No se puede decir que el cambio en el contrato de recogida de residuos y limpieza viaria no esté dando importantes dolores de cabeza al equipo de Gobierno y a los técnicos del área de Medio Ambiente. Y aunque se reconoce desde el Ejecutivo que hay que mejorar y piden paciencia, lo que en el número 1 de la Plaza Mayor no se esperaban es la falta de colaboración de algunos ciudadanos que han cogido el hábito de dejar sus bolsas de basura en el suelo tras haberse retirado el contenedor que tenían próximo a su vivienda.

El problema ha surgido después de que el Ayuntamiento haya reorganizado la ubicación de los contenedores, de tal forma que han desaparecido los que se encontraban aislados y lo que existe ahora son islas en los que se reagrupan los diferentes tipos (el dedicado al vidrio, el del papel y cartón, el de envases, el de la fracción resto...).

Si bien la mayoría de los ciudadanos hace caso al sentido común y se desplaza hasta el contenedor más cercano, a una minoría parece que no le ha sentado bien el cambio (o no se ha enterado del mismo) y lo que hace es dejar las bolsas de basura en el suelo. En el mismo lugar en el que hasta hace no mucho tiempo había un elemento de recogida de este tipo.

Ejemplos de este mal hábito se encuentra el Ayuntamiento por numerosos puntos de la ciudad. Tanto en el centro como en la práctica totalidad de los barrios.

Ante este reiterado comportamiento, el Ayuntamiento se ha visto obligado a colocar carteles (como el de la calle San Carlos que ilustra esta información) en los que detalla dónde se encuentran los contenedores más próximos.

Resulta llamativo que ni siquiera estos carteles son suficientes ya que sigue habiendo ciudadanos que dejan la basura en el suelo. Todo ello, pese a que el mensaje del Ayuntamiento viene acompañado de un recordatorio en el que se indica que estas conductas acarrean sanciones de 900 euros. Si un día no multados no podrán decir que no fueron avisados.