Trashumancia en el recuerdo

DIEGO PÉREZ LUENGO / Tolbaños
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Tolbaños de Arriba ha celebrado una jornada simbólica repleta de caracterizaciones para despedir al rebaño de ovejas que desde hace unos años ya no se mueve del pueblo

Varias personas del pueblo, ataviadas con las ropas de pastor, guían al rebaño en su recorrido por el pueblo - Foto: Jesús J. Matías

En Tolbaños de Arriba rescatan la esencia de la trashumancia. Casan al pasado y al presente. A abuelos que inculcan a sus nietos la importancia de su historia. Combaten al frío con el calor de la lumbre de sus tareas. Funden al otoño con la nostalgia del verano que hace a sus pastores huir en busca de pastos para sus ovejas. En Tolbaños juntan churras con merinas, la tradición y la vanguardia del presente que se abre paso en nuestros tiempos, y unen colores, tintes y formas con la lana que las deja el blanquecino abrigo de los animales que desertan el pueblo. 

Hace unos años que esos puntos blancos que pintan el verdor de esta zona de la provincia de Burgos ya no se mueven de allí. Pero en la memoria arraigada de los habitantes del pueblo, está la voluntad de reproducir una escena que se acerque, con el mayor grado de realidad posible, a la realidad de aquellos tiempos en los que esta localidad despedía a sus ovejas. Por eso los lugareños recrean oficios y labores vinculados a la lana que deja en herencia el rebaño. Se pasean los animales por las calles y van haciendo paradas para ver a las hilanderas como trasforman su capa, como hay quien la tiñe para darla los colores que forman un jersey o quien está cocinando el pan del pastor que las guía en su camino. El itinerario termina en un adiós simbólico que desea un invierno apacible para que en el próximo verano puedan estar todas de vuelta.