«Aunque tenemos que esperar a recibir las solicitudes presentadas en otros registros y las enviadas de forma telemática esperamos superar las 10.000 instancias para optar a una de las 260 plazas de la oferta de empleo público de la Diputación», asegura el vicepresidente primero de la institución provincial y responsable del Personal, Lorenzo Rodríguez, tras finalizar ayer el plazo de presentación de instancias, suspendido por el estado de alarma y reanudado el 1 de junio.

Antes de que se paralizara el proceso, ya se habían presentado más de 4.000 solicitudes y en estos últimos días se han registrado grandes colas a las puerta del Palacio Provincial, «algunos días se han presentado más de mil solicitudes», matiza Rodríguez, quien la próxima semana se sentará con los sindicatos para estudiar la posibilidad de establecer una moratoria en las fechas de los exámenes, como ha hecho la Junta con sus oposiciones, «aunque nuestra intención es comenzar a realizar las pruebas este mismo año porque la gente está estudiando desde hace meses y tiene muchas ganas de trabajar, pero todo dependerá de como evolucione la pandemia», explica.

En cualquier caso, Rodríguez no se plantea ni la suspensión del proceso para cubrir las 260 plazas ni la anulación de algunas de ellas, en concreto las de la tasa de estabilización o consolidación, ocupadas por interinos, en algunos casos desde hace más de diez años, como solicita el Sindicato Obrero Independiente (SOI) apelando a una sentencia europea en la que se propone que pasen a ser fijos.

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