Ribera no tiene los excedentes que acumulan Rioja y Rueda

L.N.
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Fuentes del sector destacan que en la DO se están haciendo bien las cosas y que el ritmo de producción y venta se mantiene estable. Eso sí, unos quieren parar las nuevas plantaciones y otros no lo comparten

Cata de vino de la DO Ribera del Duero. - Foto: Alberto Rodrigo

A día de hoy, la situación que vive Ribera del Duero poco o nada tiene que ver con la que atraviesan otras denominaciones de origen como Rioja y Rueda. Aquí, según apuntan varios bodegueros y viticultores, no hay prácticamente excedentes frente a los casi 60 millones de litros que suman en las otras dos zonas, donde se están empezando a aplicar medidas para reducir la producción ante la acumulación de existencias y evitar posibles bajadas de precios que devalúen la marca y provoquen un desplome del importe que reciben los viticultores por la uva.

«En Ribera más bien hay déficit de vino en bodega. Lo que ocurre es un poco lo contrario», detalla Iker Ugarte, presidente de la Asociación Empresarial de Bodegas acogidas a la Denominación de Origen Ribera del Duero (Asebor). En esta misma línea se pronuncia el vicepresidente de Asaja, Javier Arroyo, quien habla de una «situación buena» en la que las bodegas «sacan vino sin problema». También bodegueros como Juan Esteban, gerente de Valderiz, en Roa de Duero, constatan que «no hay excedentes porque últimamente no ha habido cosechas grandes», a lo que se suma que Ribera vive un momento dulce marcado por un alto consumo.

De hecho, desde enero hasta abril, el Consejo Regulador ha expedido 33.490.497 contraetiquetas,  una cifra muy similar a la del mismo periodo de 2022, cuando se emitieron 33.889.031 tirillas, un elemento  imprescindible de cara a poner en el mercado los vinos vinculados a esta marca de calidad. Este dato cobra más relevancia teniendo en cuenta que 2022 terminó como el año en el que Ribera elevó sus ventas a cifras históricas tras batir el récord de contraetiquetas, con 100.725.138, y un aumento notable en los grandes reservas a pesar de la incertidumbre reinante. «Las ventas y la producción se mantienen estables. Si hubiera más, entendemos que se vendería más», añade Ugarte, de Asebor. No obstante, indica que «es de esperar» que este año puedan bajar un poco las ventas porque la cosecha de 2022, con 105 millones de kilos, fue un 4% inferior a la de 2021.

Aunque en Ribera del Duero «las cosas pintan bien», como asegura Sergio García, de la Sociedad Cooperativa Tiempo Vivo, cada vez son más los viticultores que piden cautela. Ya lo dice el refrán: cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar.

ARCHIVADO EN: DO Ribera del Duero, ASAJA