Frustrante, deprimente, vergonzoso... son algunos de los calificativos que emplean alcaldes y concejales de Tubilla del Lago, Santa María del Mercadillo, Espinosa de Cervera y Pinilla Trasmonte para referirse a la escasa o nula cobertura de teléfono e internet que sufren los vecinos de estas cuatro localidades ribereñas desde hace ya unos cuantos años. La situación les trae por el camino de la amargura. Aseguran que ya no saben a quién recurrir y que únicamente reciben largas de la Administración y de las empresas de telecomunicaciones cuando les plantean este problema. Pero lo cierto es que, en pleno 2023, quienes viven en estos pueblos siguen sin disponer de «un servicio vital», como remarca el alcalde de Santa María del Mercadillo, José Andrés Cuesta. Porque la falta de cobertura telefónica limita su día a día. Gestos aparentemente tan sencillos como solicitar una cita médica pueden convertirse en una odisea.

Que se lo digan a los vecinos de Pinilla Trasmonte. Tras cortar el cable telefónico de cobre a finales de 2022, los teléfonos fijos y el fax dejaron de funcionar de golpe y porrazo. Entre otras cuestiones, esta situación complicó la rutina a quienes toman Sintrom. Antes recibían la pauta de este medicamento por fax. Ahora es imposible y los mayores no entienden la 'app'. Así que la enfermera les llama (si hay cobertura) y si no, les toca ir a Lerma (si conducen). «Seguimos mal, cada vez peor», lamenta el concejal Miguel Ángel Ibáñez. «Nos dijeron que en octubre llegaba la fibra óptica y aquí no ha llegado, no hemos mejorado nada. Así no vamos a ninguna parte», remata. 

En esta misma línea se pronuncia Nieves Espeja, alcaldesa de Espinosa de Cervera. «La verdad es que es deprimente. ¿Quién va a venir aquí a vivir si no hay cobertura?», cuestiona al borde del hartazgo, porque han contactado con Movistar, Diputación de Burgos y Junta de Castilla y León sin éxito. «Nos dicen que enseguida llegará la fibra», aunque en el Ayuntamiento todavía no tienen ninguna notificación.

«Te dan largas y la cosa no es así. Este es un servicio importantísimo y lo cierto es que estos pueblos nos hemos quedado colgados», advierte. Porque la falta de cobertura condiciona el funcionamiento de la teleasistencia para los mayores, los propios médicos y enfermeros se ven limitados a la hora de acceder a expedientes y las empresas se las ven y se las desean para hacer pedidos o recibir reservas en el caso de las viviendas rurales. 

«Así llevamos mucho tiempo y el tema es que va a peor. La cobertura de Movistar funciona fatal y no descarto que la de Orange vaya por el mismo camino, porque la antena es antigua», añade Cuesta, quien admite una sensación de abandono. «No sabemos a quién recurrir, no hacen caso. A las empresas puede que no les sea rentable, pero para nosotros es un servicio vital». Luego está la parte política.

«Mientras no haya elecciones no se acuerdan de nosotros», lamenta, al tiempo que remarca que con estas infraestructuras tan deficitarias es imposible que lleguen nuevas familias o que quienes teletrabajan se queden en la zona. 

Algo en lo que coincide Félix del Cura, concejal en Tubilla del Lago, quien se muestra rotundo:«Llevamos muchos años sin este servicio público, aquí prácticamente no ha habido cobertura nunca. De mal en peor. Vamos, que para tener un día cobertura, 10 no». Así, el día a día de los tubillanos sigue marcado por gestos que muchos considerarían de antaño, como subirse a los cotarros en busca de una mínima raya. Para Del Cura este panorama no tiene un pase:«Hay que tomar medidas, no podemos seguir así».