A pesar de que no se ha movido ni un solo centímetro cúbico de tierra -momento para el que aún quedan algunos años- la obra del AVE entre Burgos yVitoria ya acumula retrasos.El último, de al menos tres meses, ha dilatado del primer trimestre de 2022 a finales del segundo la licitación de la redacción de los proyectos.
ElAdministrador de Infraestructuras Ferroviarias aseguró primero a este periódico que el concurso saldría antes de marzo. Posteriormente fue la propiaministra de Transportes, RaquelSánchez, la que refrendó dicha promesa en un acto en el PaísVasco.Sin embargo, a las puertas de mayo no hay ni rastro del contrato.Es ahora cuando elAdif marca de nuevo en el calendario una fecha: el próximo junio «si no surge ningún imprevisto», puntualizan desde el organismo estatal.La noticia que certifica una nueva demora sobre esta infraestructura, además, llega acompañada de otro contratiempo que puede dilatar aún más el proyecto en su conjunto.
El tramo que incluye el desvío desde la línea general hasta la estación de Miranda de Ebro requerirá de un estudio funcional y de un anteproyecto extra. Tras el análisis técnico que ha llevado acabo elAdif durante los últimos meses se ha llegado a la conclusión de la necesidad de incluir estos dos nuevos expedientes.Con estos en la mano, Transportes cree que podrá analizar «en detalle» el alcance de estas actuaciones a acometer. Este requerimiento llega a pesar del visto bueno que dio el Consejo de Ministros a la aprobación del expediente de información pública y audiencia definitiva de su estudio informativo.Este hecho, que tuvo lugar el 28 de diciembre de 2021, daba paso a la fase de proyecto a la infraestructura.Sin embargo, parece que la nueva petición puede ponerse en mitad de la tramitación.
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