Repunta el acoso a maltratadas por el asedio en redes sociales

F.L.D.
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La Fiscalía detecta un cambio en los quebrantamientos de órdenes de alejamiento, que ya no son por llamadas sino por mensajes de Whatsapp e incluso a través de videojuegos

Los incumplimientos de órdenes es uno de los delitos más frecuentes en violencia de género. - Foto: Luis López Araico

El segundo delito más común en violencia de género es el quebrantamiento de medida cautelar impuesta por un juez. Es decir, que los maltratadores condenados se salten una orden de alejamiento o que intenten ponerse en contacto con las víctimas a través de cualquier medio. La explicación a este repunte que ha detectado el Ministerio Fiscal en los últimos años es muy simple. Las redes sociales se han convertido en el principal canal de acoso de los agresores. También de control y sometimiento de las mujeres. Se han llegado a dar casos en partidas online de videojuegos de la Play Station. 

En la memoria de 2021, la Fiscalía de Burgos señala que a pesar de que el programa Fortuny, aplicación informática utilizada en el Ministerio Público, no discrimina datos estadísticos sobre quebrantamientos a través de redes sociales, sí tienen constancia de que aproximadamente la mitad de estos delitos de amenazas, acoso y vejaciones leves se producen a través de las nuevas tecnologías. Especialmente, añade, cuando la relación de pareja ya ha terminado. 

Pero probablemente lo más curioso es que el repunte de los quebrantamientos de condena no se producen ya por la tradicional llamada telefónica, sino a través de aplicaciones de mensajería como Whatsapp, el chat de Facebook o incluso los videojuegos online. De hecho, refiere la fiscal adjunta en materia de violencia sobre la mujer en Burgos, Marta Rojo, ya hay varias sentencias condenatorias por este motivo. Recuerda, además, que un simple visionado de un estado en Instagram o un 'Me gusta' ya supone una infracción penal. «La prohibición de comunicarse ya se incumple aunque no haya respuesta de la víctima. Con el mero hecho de que tu visualización ha llegado al destinatario ya están infringiendo la condena», expone. 

Teniendo en cuenta esta premisa, a día de hoy, apunta Rojo, «hay infinidad de modalidades» en las que los condenados por violencia de género se saltan los pronunciamientos judiciales. En el caso de los videojuegos, lo que hacen los maltratadores para hostigar a sus víctimas es conectarse en partidas online, en ocasiones creándose perfiles anónimos, e interactuar con ellas o a veces simplemente espiarlas. 

Porque además del acoso de insultos y vejaciones a través de redes sociales, también ha aflorado en los últimos años los calificados como delitos de descubrimiento y revelación de secretos, en los que los agresores difunden publicaciones, principalmente imágenes privadas, para dañar la intimidad de sus parejas o exparejas. En este sentido, también se han dado casos en los que los maltratadores utilizan dichas fotos como fuente de coacciones y amenazas contra sus víctimas.