Los pequeños municipios del entorno de Miranda tratan de reactivar su economía y su vida social con proyectos muy dispares. Ahora bien, en la comarca hay multitud de pueblos que apuestan por un modelo común: las casas rurales. Y, por el momento, están teniendo buenos resultados.Tanto es así que en estos paradores han ido diversificando su clientela hasta recibir, incluso, a «muchos» visitantes internacionales. Aunque con diferencias entre cada negocio, en lugares como Ayuelas, Bozoó y Treviño notan un gran impulso gracias al turismo europeo.
En este sentido, en el enclave, según explica Yolanda Urarte, propietaria de Aldeas de Treviño, la mayoría de extranjeros llegan desde Francia. Por su parte, tanto la Casa de la Roca, en Bozoó, como la Casona Indiana, en Ayuelas, cuentan con un radio de atracción un poco más amplio, dado que ambas reciben a personas que viajan desde «el norte de Europa, sobre todo, Alemania, Bélgica o Países Bajos». Unido a ello, en estos negocios rurales explican que la capacidad de generar interés en la población internacional está causada por el «bonito entorno natural» que poseen estos municipios, pero sobre todo creen que ocurre porque se encuentran en «una ubicación privilegiada».
Desde el punto de vista de Ángel Sancho, de la Casa de la Roca, la comarca está «en un epicentro que sirve de base para desplazarse por la zona sin hacer demasiados kilómetros». Por ejemplo, como también apuntan Urarte, de Treviño, y Tomás Saura, de Ayuelas, se encuentran «a un paso» de destinos tan diversos como «Vitoria, Bilbao, San Sebastián, Burgos o La Rioja», que se pueden conocer prácticamente todos a lo largo de una semana partiendo de estos hoteles.
Asimismo, el dueño de la Casona Indiana situada en la pedanía de Miranda añade que, en su caso, también percibe que la comarca se halla en «un corredor entre Portugal y el resto de Europa, lo que potencia las visitas de unos pocos días al ser un punto intermedio». En definitiva, como dice la dueña de la casa de Treviño, «después de siglos, esta zona sigue siendo un cruce de caminos».
Ahora bien, no solo cuentan con turistas internacionales, sino que los españoles también suelen apostar por las casas rurales de la zona mirandesa. Por ejemplo, en el enclave reciben a muchos catalanes y valencianos, en Ayuelas en torno al 40% llegan desde el territorio nacional y en Bozoó tienen unos datos bastante repartidos entre las diversas procedencias.
En cualquier caso, pese a las sutiles diferencias que muestran estos tres ejemplos del turismo rural, todos coinciden en otra cuestión. Para este verano ya empiezan a colgar el cartel de 'ocupado'. En el caso de Sancho y su Casa de la Roca de Bozoó, «julio y agosto están prácticamente llenos». De forma similar, Urarte comenta que en Aldeas de Treviño han percibido como en los últimos «cinco años, salvando el covid, va repuntando», por lo que tienen unas «buenas expectativas».
De hecho, la tercera en discordia, la Casona Indiana de Ayuelas, encara el periodo estival con unos datos que superarán a los de la anterior campaña, cuando estrenaron las instalaciones.Saura, su propietario, explica que estarán «en un aumento cercano al 60% seguro en comparación con el año pasado», puesto que por aquel entonces «era un negocio nuevo, no tenía referencias en el mercado, y ahora ya hay muchas opiniones».
Llenas para el puente. El impulso del turismo en los pequeños pueblos, bien sea a través de clientes internacionales o con personas que llegan desde otras regiones españolas, no solo se nota en los meses de verano.Sin ir más lejos, este puente, el del primero de mayo, los viajeros han apostado de forma notable por las casas rurales de la comarca mirandesa. En este sentido, tanto la Casona Indiana de Ayuelas como la Casa de la Roca deBozoó y el complejo Aldeas de Treviño están llenas para el fin de semana que se avecina.