Los libros vuelven a la vieja escuela

I.P. / Burgos
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Fontioso estrena biblioteca con donaciones de los vecinos en el aula que décadas atrás ocupaban las niñas. Se completará con juegos de mesa y un programa de actividades literarias

Los vecinos han mostrado gran interés en el proyecto literario. - Foto: Miguel Ángel de la Cruz

El aula que décadas atrás ocuparan las niñas del pueblo, esa donde aprendieron a leer a Cervantes y a Machado, a soñar con mundos imaginarios o a descubrir su vocación para hacer de ella su profesión, esa sala es ahora la biblioteca de Fontioso, un pequeño pueblo a 14 kilómetros de Lerma, donde ahora se ofrece a los vecinos el servicio de préstamo. Habrá quien prefiera seguir comprando los libros que le gusta leer para su propia biblioteca, pero para otros muchos se abre un abanico de posibilidades de leer de forma gratuita. Y sobre todo, se crea un ambiente que fomenta la lectura y anima a compartir comentarios sobre los libros y crear comunidad, asegura David Gutsens, el alcalde. 

Fueron inicialmente dos vecinas de Fontioso las que decidieron ceder muchos de los libros que a lo largo de los años habían acumulado en sus casas y que, por distintas circunstancias, prácticamente se habían quedado sin sitio para seguir conservándolos. La idea tuvo una buena acogida por parte del Ayuntamiento, que aprovechó que el aula de la antigua escuela femenina apenas tenía uso para instalar allí la biblioteca, ya que hasta las dos lectoras cedieron estanterías.

La idea ha cuajado de tal manera que a partir de ese momento, muchos más vecinos y otros nacidos en la localidad, pero que residen habitualmente fuera han ido aportando todo tipo de libros, novelas que tenían repetidas, enciclopedias que compraron antaño cuando aparecía por el pueblo los vendedores de Larousse o Espasa Calpe, otros adquiridos en el Círculo de Lectores, los cuentos que leía los padres a sus hijos de pequeños, libros de cocina, de historia, de arte... todo un elenco de posibilidades de lectura para que cada cual elija en función de sus gustos. En total, serán ya más de 2.000 los libros con los que nace este proyecto literario; tal es así que ya la sala se ha quedado pequeña, explica Conchi Martínez, una de las donantes y que junto a la concejala Mayte Adrián se ha encargado de ordenarlos, proceso en el que aún están inmersas para facilitar su búsqueda en función del tipo de libros o de la temática.

También es la edil quien se encarga de abrir la biblioteca para el préstamo de libros y recoger los entregados. Ahora que no hay mucha gente en el pueblo casi funciona a demanda, pero lo cierto, dice Adrián, es que ha tenido muy buena aceptación y resalta que son los adultos quienes más uso están haciendo de la biblioteca y que los libros más demandados por estos son las novelas.

El proyecto acaba de nacer, pero la idea es completarlo con actividades literarias e incorporar juegos de mesa para los niños sobre todo de cara al verano cuando la población se multiplica, «y hacer de la biblioteca un punto de encuentro» apunta Conchi, muy involucrada en esta iniciativa, en parte porque es una gran lectora a lo que ha contribuido que ha sido profesora de infantil y porque, además, forma parte de un colectivo de lectura infantil. En todo caso, resalta que si ha salido adelante ha sido gracia a todos los vecinos de Fontioso, y hace hincapié en la calidad de las obras aportadas, destacando a los clásicos y especialmente una edición excepcional de El Quijote que, de hecho, no se prestará para que no se deteriore, «porque tenemos hasta 7 tomos más de esta obra», añade, deslizando incluso que en abril, la semana que coincide con el Día del Libro, se quiere organizar un programa de actividades.