El esfuerzo realizado por el equipo de gobierno y técnico del Ayuntamiento de Briviesca para presentar sus grandes proyectos a diferentes convocatorias de ayudas de las administraciones públicas ha dado su fruto. A lo largo del ejercicio actual, el municipio ha recibido en torno a 1.600.000 euros en subvenciones que irán destinados a doce intervenciones, y se mantiene a la espera de conocer si obtendrá apoyo para otras cuatro.

De entre todas destaca la de la peatonalización de la calle Santa María Bajera, la obra más costosa proyectada en los presupuestos de 2022 (supera el medio millón de euros) y que finalmente supondrá para las arcas municipales una inversión muchísimo menor a la esperada tras beneficiarse de una contribución de la Diputación dotada en 250.960 euros en la línea de Planes Provinciales, y otra del Estado dentro del marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de 178.500. 

No obstante, la rehabilitación del coloquialmente conocido como puente de la Báscula -ubicado junto al parque de La Florida- que se fijó como la segunda obra más elevada presupuestada, con una partida inicial de 150.000 euros pero con una inversión que se incrementó, ha percibido la mayor subvención municipal por parte de la administración provincial, de 394.000 euros. Gracias a este importe, el Consistorio planteó ensanchar ambas aceras y la vía para que la transiten vehículos en ambos carriles sin problemas de espacio. 

La sigue muy de cerca la primera ayuda procedente de los fondos europeos, de 250.890 euros, dentro de los programas de incentivos ligados al autoconsumo y almacenamiento con fuentes de energía renovable en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resilencia para instalar placas solares fotovoltaicas en la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) y en el bombeo del pozo de Castrotoño. El proyecto de ejecución aún se encuentra en fase de redacción y la inversión total alcanzará los 320.300 euros, por lo que el Consistorio tan solo deberá aportar 69.420 o menos, dependiendo de las ofertas a la baja que presenten las empresas que participen en el concurso.

El programa mixto de formación y empleo también se ha llevado una buena cantidad de la Junta «similar a la de anteriores anualidades», según los datos aportados por el alcalde de la ciudad, Álvaro Morales, de unos 202.000 euros. A esto hay que añadir «otras ayudas que recibimos para otros planes de empleo también de la Diputación», expone. 

Asimismo, a través de los fondos de cooperación económica local general, la capital burebana ha recibido 131.000 euros para acometer las obras de construcción de 23 rebajes de la avenida Félix Rodríguez de la Fuente en un tramo de vía pública de unos 700 metros para ganar seguridad y accesibilidad para las personas con movilidad reducida. El coste total de las actuaciones supera los 230.000 euros.

Con cantidades algo más inferiores, el Ayuntamiento afrontará los gastos de la mejora e instalación de mobiliario en cuatro de sus parques infantiles, cuyo presupuesto alcanza los 130.000 euros pero dispone de un saldo extra de los fondos de cohesión territorial de 85.000. A su vez, el Programa de primera experiencia profesional en las administraciones públicas de contratación de personas jóvenes desempleadas percibió 54.000 euros para que se implantara en la ciudad; el vehículo híbrido -adquirido por un importe de 39.000 euros- lo ha financiado íntegramente los planes de emergencia nuclear (PENBU) convocadas por el Ministerio del Interior a través de la Dirección General de Protección Civil y Emergencias; y los primeros avances en la Ruta del Románico burebano serán posibles gracias a la ayuda de 33.500. La reforma de la carretera a Revillagodos percibe 33.000 euros de la Diputación y las intervenciones en los colegios 10.000 de la Junta. 

A la espera. El equipo de gobierno aguarda a recibir buenas noticias en relación a otras convocatorias en las que presentaron cuatro proyectos. Se trata del ambicioso plan de turismo sostenible (1,8 millones), el de iluminar los monumentos del casco histórico de la ciudad, el de autoconsumo para el resto de edificios municipales y la II línea del Programa de Impulso a la Rehabilitación de los Edificios Públicos, en este caso dedicado al edificio de servicios sociales.