Prácticamente se daba por hecho que las campañas de bonos al consumo, impulsadas tras la irrupción de la pandemia para ayudar al comercio y la hostelería en unos momentos difíciles, habían tocado a su fin. Sin embargo, el equipo de Gobierno del PSOE y Cs ha reservado en la próxima modificación presupuestaria 1,5 millones de euros para volver a lanzar una nueva campaña en la segunda mitad de este 2023.

Salvo que la Corporación que se conforme tras las elecciones del próximo 28 de mayo decida lo contrario, esta será la cuarta campaña de bonos al consumo desde aquella primera que se puso en marcha en noviembre de 2020.

En esta ocasión, eso sí, la aportación municipal se reducirá en 500.000 euros en comparación con los dos millones que se destinaron en 2022. 

Durante todos estos años los bonos han tenido una gran acogida en el sector comercial y hostelero, si bien en este último caso el número de establecimientos adheridos ha sido siempre sensiblemente más bajo, ya que ha sido más atractivo para los restaurantes que para los bares.

Lo que sí han demandado los comerciantes en los últimos años son mejoras en la aplicación, de tal forma que se gane en agilidad. De hecho, eso ha sido lo que ha disuadido a muchos bares a participar en las distintas campañas.

Nuevas tecnologías. Por otro lado, el equipo de Gobierno ha reservado también dinero para contratar, a petición de la Concejalía de Modernización Administrativa, el desarrollo e implantación de la llamada tarjeta ciudadana. Un sistema con el que el Ayuntamiento pretende facilitar que con una única tarjeta se pueda acceder a las instalaciones deportivas, pagar los viajes en los autobuses urbanos, alquilar una bicicleta, realizar préstamos en las bibliotecas municipales, comprar una entrada para un espectáculo cultural o permitir a los residentes en el centro histórico pasar los controles de los bolardos.

La modificación presupuestaria habilitará algo más de 400.000 euros para este 2023 y otros 750.000 euros repartidos entre 2024 y 2025.