Sin ocultar su profunda emoción, el nuevo obispo de Tarazona, Vicente Rebollo, hasta ahora presidente del Cabildo de la Catedral de Burgos y ecónomo de la diócesis, ha agradecido al Papa Francisco este nombramiento y ha reconocido sentirse "muy pequeño e indigno" de este cargo, si bien ha añadido que confía mucho "en la misericordia de Dios" y por eso ha aceptado la responsabilidad encomendad.

Rodeado del actual arzobispo de Burgos, Mario Iceta, y de su predecesor, Fidel Herráez, así como de buena parte de la curia burgalesa, Rebollo ha señalado que afronta este cargo con "la actitud de aprender" y con el deseo de llevar "esperanza" y "transmitir la cercanía de Dios" a sus fieles de la localidad zaragozana.

Vicente Rebollo, que recibirá la ordenación episcopal el próximo 17 de septiembre en la Catedral de Santa María de la Huerta, ha reconocido que se ha sentido muy a gusto en Burgos, donde deja -dijo- una gran familia.

Por su parte, el arzobispo de Burgos, Mario Iceta, ha agradecido al Pontífice que se haya fijado de nuevo en la diócesis de Burgos para nombrar a un nuevo obispo (el año pasado designó a Fernando García Cadiñanos como obispo de Mondoñedo-Ferrol, y ha alabado las cualidades de Vicente Rebollo.