Fallece Andrés Vicario, impulsor de la restauración del patrimonio local

I.M.L. / Aranda
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A sus 66 años, el párroco de Santa María decía adiós tras una larga lucha contra el cáncer que no le impidió seguir pendiente de las obras de arreglo del templo del que era titular

Andrés Vicario explicaba al presidente Juan Vicente Herrera el estado de Santa María tras la restauración exterior. - Foto: DB

La noticia del fallecimiento de Andrés Vicario Abejón, el párroco de Santa María, corría ayer como la pólvora entre la sociedad arandina. Don Andrés, como le llamaba la gran mayoría de los convecinos de la capital ribereña, dejaba este mundo a primeras horas de la madrugada de ayer tras haber luchado durante años contra el cáncer.

Andrés Vicario nació un 26 de octubre de hace 66 años, por lo que ayer coincidió que fue su cumpleaños, en la localidad ribereña de Valdeande y con 11 se fue al Seminario de Burgos, donde permaneció hasta 1972, y se licenció en Teología. Tras su paso por algunos pueblos del norte de la provincia, del entorno de Villarcayo, fue destinado a Aranda de Duero donde ejerció de inicio su labor pastoral en la parroquia de San Juan de la Vera Cruz, además de impartir clases en el Instituto Cardenal Sandoval y Rojas. Cuando ya ocupaba el cargo de arcipreste de Aranda, en 1999 fue nombrado párroco de Santa María.

Fue en ese momento cuando Vicario sumó a sus esfuerzos pastorales un objetivo muy ambicioso: lograr la restauración de los dos templos que tiene asignados esta parroquia arandina, la propia iglesia de Santa María y la de San Juan Bautista. De la mano de destacados miembros de la clase política y económica de la ciudad, Andrés Vicario fue llamando a todas las puertas y consiguió que fuese una realidad la restauración de Santa María, que en una primera etapa afectó a los paramentos exteriores del templo, descubriendo para propios y extraños la belleza del pórtico de esta joya del gótico tardío, que cuenta con más de medio siglo de historia y que está declarada Bien de Interés Cultural.

Con su trabajo, además, posibilitó que se elaborase un convenio de colaboración entre el Arzobispado de Burgos y el Ayuntamiento de Aranda para la puesta en marca de un museo de arte sacro, que actualmente tiene sus puertas abiertas en el templo de San Juan, con una muestra de las obras más representativas de la imaginería religiosa de la capital ribereña, que se abría en el año 2005. Este templo también se ha visto beneficiado por los esfuerzos denostados de Andrés Vicario por la conservación del patrimonio religioso ya que sus maltrechos muros acaban de ser objeto de una importante obra de adecentamiento y conservación. Casi de manera simultánea a la finalización de estos trabajos, comenzaban otros, de los que el ahora fallecido párroco de Santa María también fue ‘culpable’. Los andamios entraban hace escasas fechas en esta iglesia para proceder a la restauración del interior del templo y a los trabajos específicos de recuperación del retablo del altar mayor, que se pretende reponer en su lugar original después de llevar desde 1962 colocado, casi escondido, en la nave de la Epístola, en el extremo sur del crucero.

Todos estos trabajos de puesta en valor del patrimonio de la Iglesia en Aranda estaban encaminados a un fin común, el de acoger la muestra de arte sacro de Las Edades del Hombre, por la que también luchó de manera importante Andrés Vicario y que, por fin, se celebrará en la capital ribereña el próximo año, aunque el párroco arandino no pueda ya asistir a su celebración. Este era uno de los pesares que expresaban ayer muchos arandinos, a lo que los creyentes apuntaban a renglón seguido que seguro que don Andrés acudirá a la exposición y se sentirá orgulloso del resultado final.

A toda esta trayectoria profesional a favor del patrimonio arandino hay que sumar la publicación en el año 2004 del libro Santa María la Real, en el que Andrés Vicario realizó un pormenorizado recorrido por todos los aspectos artísticos y litúrgicos del templo principal de la capital ribereña, que algunos visitantes confunden con una catedral por la magnificencia de su portada. Por último, el Ayuntamiento de Aranda de Duero quiso reconocer su labor a favor del patrimonio de la ciudad y le otorgó la Medalla de Plata de la Villa, impuesta en el inicio de la fiestas patronales del año 2012.

Desde ayer por la tarde, se abría al público la capilla ardiente de Andrés Vicario Abejón en el tanatorio de la calle San Antón, donde permanecerá abierta para ofrecerle un último adiós hasta la celebración del funeral, que tendrá lugar mañana lunes a las 12 horas en la iglesia de Santa Catalina, debido a que Santa María se encuentra cerrada al culto por las obras de restauración.