Mientras en otras ciudades el comercio se prepara para el Black Friday y la campaña navideña, un periodo propicio para las ventas, en Burgos el sector anda revuelto. Tras meses de negociaciones sin avances, los sindicatos rompieron las conversaciones el pasado martes y presentaron un conflicto colectivo en el Servicio Regional de Relaciones Laborales. Ayer, la reunión de mediación entre las partes concluyó sin acuerdo y UGT y CCOO han decidido ampliar la huelga prevista para el 7 de diciembre, en pleno puente de la Constitución, a otros cuatro días en Navidad (23, 24, 30 y 31 de diciembre).
Antes de este primer día de huelga, los trabajadores están convocados el próximo 2 de diciembre (a las 11 y a las 18 horas) a una asamblea en el edificio de sindicatos y dos días después, el 4, está prevista una manifestación por las calles de la ciudad para mostrar el malestar. «Nos jugamos mucho», coincidieron en señalar Luis Gutiérrez y Luis Sáez, de UGT y CCOO, respectivamente, que junto a sus compañeras Sofía Alonso y Maribel Juárez advirtieron a la patronal de que «igual se lleva una sorpresa» ante la respuesta de los trabajadores.
La última reunión en el Serla, según Gutiérrez, fue «para decepcionarse», porque la FEC se mantuvo firme en su postura de no negociar la unificación de los convenios convenios del sector (mixto, del mueble, de la alimentación y del equipamiento de la persona), algo que la representación de los trabajadores considera una pretensión «justa y necesaria» en su objetivo principal de equilibrar los salarios en los próximos años y acabar con la brecha de género en un sector en el que «el 80% son mujeres», calculó Sáez.
Con el convenio unificado, los sindicatos también pretenden regular la apertura de domingos y festivos porque «ahora es la ley de la selva» y «cada uno hace lo que quiere». Igualmente plantean redefinir las categorías profesionales y establecer un sistema de promoción para los empleados con más años de servicio.
«La actividad del comercio es la de la venta, da igual si son zapatos, muebles, juguetes o ropa», expresó el responsable de Acción Sindical de CCOO Servicios en Castilla y León, que insistió en la necesidad de que todos los trabajadores tengan las «mismas condiciones sociales y salariales». «Entendemos que es bueno porque no es lo mismo tener una patronal que represente a 100 trabajadores y a 50 empresarios que a 8.900 empleados y más de 400 empresas. El peso ante la administración no es el mismo», justificó Sáez.
La última propuesta de la patronal, abierta a negociar en el tema salarial, fue una subida del 0,5% cada uno de los cuatro años de vigencia del pacto, algo que los sindicatos consideran «insultante».