Licencias entra en colapso y ya lastra la actividad económica

J.M.
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Un informe de la propia Concejalía advierte de las consecuencias para la actividad económica de Burgos y del peligro de que caduquen o prescriban infracciones

La construcción es uno de los sectores que más sufre el retraso en las licencias. - Foto: Patricia

Si a finales del año pasado era el Colegio de Arquitectos de Burgos el que alertaba en una carta al Ayuntamiento de que el retraso en la concesión de licencias ponía en peligro la ejecución de nuevos proyectos en la ciudad, en esta ocasión ha sido desde el propio servicio desde donde ha salido un informe en el que se alerta de que la falta de efectivos ha puesto al límite la Concejalía y de no resolverse este problema de manera urgente «asistiremos rápidamente, de hecho ya lo estamos comprobando, a una ralentización de la actividad económica que se genera en la ciudad».

Tan delicada es la situación, de la que se viene avisando por los máximos responsables técnicos desde al menos la legislatura pasada y también en febrero del año pasado, que en el último informe se habla abiertamente del «peligro» de que el Ayuntamiento, por la falta de medios humanos, sea incapaz, por ejemplo, de evitar la caducidad de procedimientos de disciplina urbanística, de impedir la prescripción de infracciones de este tipo, de no poder atender en tiempos razonables la tramitación de las Inspecciones Técnicas de Edificios (ITE) o de hacer lo propio con las autorizaciones de terrazas.

Si bien el problema en el servicio de Licencias no es nuevo, la situación no solo no ha mejorado, sino que recientemente hizo que saltaran todas las alarmas, ya que se llegó a temer que la Concejalía se quedara sin ningún Técnico de Administración General (TAG). Y sin la presencia de ningún jurídico, indispensables para cualquier resolución, para la concesión de licencias... la actividad, sencillamente, se paraliza.

Si bien los problemas de personal se reproducen en muchas otras áreas municipales, Licencias es de esos servicios especialmente sensibles, ya que de él depende la puesta en marcha de cualquier proyecto empresarial. Desde el del pequeño autónomo que quiere abrir un bar o un comercio hasta la multinacional que planifica la ejecución de inversiones multimillonarias. Evidentemente con implicaciones directas con cualquier actividad vinculada a las reformas o la construcción.

La situación se describe en este momento con que la Relación de Puestos de Trabajo (RPT) del Ayuntamiento contempla que en el servicio de Licencias se necesitan cuatro TAGs, pero en la actualidad solo están ocupados los puestos de la jefa de la Sección de Obras y de la adjunta a la Jefatura de Servicios. Pero es que una de ellas se encuentra de baja desde hace varios meses y la otra podría estarlo también si no es porque, tras un percance personal, ha decidido hacer un sobreesfuerzo para seguir al pie del cañón. Tan delicada era la situación que ya se estaba buscando cómo mover algunos peones dentro del Ayuntamiento, ya que sin jurídicos la Concejalía no puede funcionar y en este caso concreto la empleada en activo estaba asumiendo la faena de que la que estaba de baja. Una situación, esta última, que se ha tornado insostenible porque obliga a la realización de horas extraordinarias para sacar el trabajo.

Pero el problema no está solo, por llamarlos de alguna manera, en los puestos decisorios, ya que urge también la incorporación de un arquitecto, un jefe de negociado y un auxiliar administrativo.

Lo que también genera inquietud, tal y como recoge el informe, es que las bajas de larga duración «nunca se cubren», por lo que cuando se da una situación de este tipo regresa la impotencia y la desesperación.

Cabe recordar también que hace unos años, al servicio se le encomendó la gestión de las autorizaciones de terrazas (que antes llevaba otra área) y ese incremento de la carga de trabajo no se tradujo en un refuerzo del personal. Sobra decir, por tanto, que esos recursos humanos tuvieron que ser detraídos de la propia Concejalía.

En resumen, cada vez menos personal y cada vez una mayor carga de trabajo.

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