Ven mala praxis en la muerte de un ciclista tras una caída

F.L.D. / Burgos
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Un informe concluye que en el centro de salud de Melgar de Fernalmental hubieron de enviarle al HUBU, pues se trataba de un hombre que tomaba Sintrom. En casa su estado empeoró por un hematoma subdural

La primera atención que recibió el ciclista fue en el centro de salud de Melgar de Fernamental. - Foto: Jesús J. Matías

Un informe elaborado por el Instituto de Medicina Legal de Burgos concluye que la muerte de un hombre de 72 años natural de Vitoria días después de sufrir una caída de una bicicleta cuando veraneaba en Melgar de Fernamental pudo producirse por una mala praxis médica. El hombre acudió al ambulatorio de la localidad para tratarse de heridas superficiales y acto seguido le mandaron a casa. 

Horas más tarde comenzó a sentirse muy mal y, pese a ser hospitalizado, terminó falleciendo por diversas complicaciones. El forense concluye que, al ser un paciente mayor de 65 años y bajo tratamiento anticoagulante, debió ser derivado a urgencias mucho antes. 

Según explica el informe, el 26 de julio de 2022 la víctima sufrió una caída de su bicicleta. A pesar del golpe, logró reincorporarse y llegó por su propio pie a su casa, donde su mujer realizó una primera cura. Tenía un coágulo en el ojo, el pómulo inflamado y varias rozaduras. Por eso, decidió acudir al centro de salud, donde fue atendido por un enfermero que le trató de manera superficial y, acto seguido, le dijo que se fuera a casa y descansase. 

El hombre se encontraba «aturdido y dolorido, aunque con razonamiento normal». Comió con normalidad, se echó una siesta y se despertó al rato encontrándose notablemente peor. Por eso, se tomó un paracetamol y volvió a acostarse. A las dos horas, el hijo llamó al ambulatorio solicitando que fuesen a atenderle porque se encontraba en una situación lamentable. El tiempo fue pasando y el enfermo vomitó. El derrame cada vez era más visible y consistente.  

No fue hasta casi una hora después de este último episodio, y después de que la hija se personara en el ambulatorio, cuando llegaron un médico y un enfermero al domicilio. Le medicaron y llamaron a una ambulancia que le trasladó al HUBU. En el TAC que le realizaron se evidenció un hematoma subdural agudo por el que tuvo que ser intervenido de urgencia y trasladado a la UCI. Tras diversas complicaciones, terminó falleciendo días después. 

Teniendo en cuenta estos acontecimientos, el forense entiende que, al tener más de 65 años y estar sometido a medicación anticoagulante (Sintrom), en el ambulatorio debían haberle remitido al hospital para la realización de un TAC. Añade que, al no haber otros factores de riesgo, podría haberse mantenido un control en el centro de salud, pero aclara que dando una serie de indicaciones a la familia para actuar en caso de empeoramiento de su estado. Cosa que tampoco ocurrió. A partir de ahí, concluye, no se prestó la asistencia necesaria: «El retraso en recibir la hospitalización especializada muy probablemente ha influido en el desenlace fatal».