La última reunión entre los distintos grupos políticos para tratar de cerrar el futuro reglamento que regulará el servicio del taxi en la ciudad trajo una importante novedad para el sector ya que el Ayuntamiento quiere tener la facultad de ampliar el número de vehículos de este tipo. Si en la actualidad hay 186 licencias, la nueva normativa permitirá elevarlas hasta un máximo de 204. Es decir, para que pueda haber 18 profesionales más de los que hay en la actualidad.

Si bien es cierto que en este momento ya no se cumple con la ratio marcada por la normativa, que fija un límite de un taxi por cada mil habitantes (según este criterio debería de haber 174 licencias y hay 12 más), lo que se acordó (al parecer sin ninguna voz discordante) es ampliar la ratio para que pueda haber un vehículo de este tipo por cada 850 habitantes.

Seguramente esta noticia no será del agrado del sector ya que, de aplicarse, supondrá que la tarta del negocio habrá que repartirla entre más profesionales. De la misma manera habrá que ver la manera en que el Ayuntamiento concedería las nuevas licencias ya que en este momento son los taxistas las que las transmiten de acuerdo al precio del mercado. Y en este caso, habría que crear nuevos permisos.

Lo que hará el reglamento es dar al Ayuntamiento la facultad de incrementar el número de licencias pero no se obligará a ello. Y aunque se consensuó la idea con esa intención, ya que de otra manera no se entiende introducir los cambios, una cosa es lo que se plasma en el papel y otra la que se ejecuta.

En la reunión se acordó también la celebración de un consejo extraordinario del Servicio Municipalizado de Movilidad y Transporte (Smyt) para este viernes, con el objetivo de dictaminar el nuevo reglamento y llevarlo al Pleno de la próxima semana para someterlo a votación y proceder a su aprobación.

Otros cambios. Por otra parte, en lo que parece que no hay grandes cambios es en las otras novedades que ya anticipó este periódico como es la que incluye la intención de limitar a situaciones excepcionales que el poseedor de una licencia pueda tener a un asalariado que conduzca su taxi.

Objeto de negociación fue también el envejecimiento de la flota. El Consistorio planteó inicialmente que los nuevos vehículos que se sumen no tengan más de cuatro años de antigüedad ni más de 70.000 kilómetros y la contraoferta realizada por el sector propuso que no pueda haber coches con más de 15 años ni 90.000 kilómetros.

Otra de las novedades será la prohibición de que los taxis lleven «publicidad de casas de apuestas, sexista o que atente contra los derechos de las personas».

El capítulo de infracciones se renueva prácticamente completo y recoge que las infracciones leves podrán ser castigadas con multas de entre 100 y 400 euros. Las graves podrán suponer sanciones de hasta mil euros.