Los usuarios del AVE reclaman un abono laboral desde 2024

I.E.
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La asociación regional se reunió el martes con la ministra y le solicitó medidas para reducir el precio cuando acaben las bonificaciones. Quieren implicar también a la Junta

Un grupo de viajeros desciende de un tren en la estación Rosa Manzano. - Foto: Alberto Rodrigo

Los viajeros que utilizan casi a diario el AVE para desplazarse a Madrid se están moviendo ya para garantizarse el año que viene billetes baratos en sus desplazamientos a la capital de España. Las bonificaciones a los usuarios recurrentes que impulsa el Estado tienen fecha de caducidad, el 31 de diciembre de este año, de modo que les urge una solución para no tener que gastarse el sueldo en el tren o en pagarse un alquiler en Madrid. Como diseñar y formalizar este tipo de rebajas entraña un procedimiento largo en la Administración, la Asociación de Usuarios del AVE de Castilla y León -con representación burgalesa- se ha reunido esta semana con la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, a fin de advertirle de que «mantener un precio asequible es fundamental» para los viajeros frecuentes, pero «también para que los trenes vayan llenos». «La inversión en alta velocidad se justifica si hay clientes dispuestos a viajar en ella y esto solo se consigue a diario con billetes o abonos baratos; conviene a las dos partes de la ecuación, al usuario y al Ministerio», apunta Carlos Perfecto, el presidente de esta agrupación.

Una de las fórmulas para que los precios para viajeros recurrentes sigan compensando hacer el viaje en AVE «pasaría por poner en marcha un abono laboral, que bonifique el trayecto a las personas que acuden a trabajar a la capital de España». 

En este objetivo, la asociación quiere implicar a la Junta de Castilla y León, que aprobó -hasta final de esta legislatura- una rebaja del 25% del precio para los usuarios frecuentes de la región, que se suma a la del 50% del Estado. En estos momentos este tipo de viajeros están pagando 48 euros por cada 10 desplazamientos entre Burgos y Madrid, en lugar de 200. La idea es que en ese futuro «abono laboral el Gobierno regional contribuya al 50% con el Estado en una bonificación global que deje el coste en esos 48 o 50 euros a la semana». A juicio de Perfecto, el Ejecutivo autonómico «es el principal interesado, puesto que con esas bonificaciones se fija población en una región que pierde habitantes a raudales».

Resulta lógico que los usuarios frecuentes se sitúen ya en el escenario de 2024, cuando la bonificación del 50% del Estado se termina. La mala experiencia con la sustitución de los bonos recurrentes -en vigor durante 2022- por los Avant, debido sobre todo a la mala gestión y comunicación que hizo Renfe del cambio, lleva a la asociación a moverse ya para asegurarse rebajas sustanciosas el año que viene.

Asimismo, sus integrantes pidieron a la ministra que el delegado de Renfe en la zona norte sea más accesible y se avenga a reunirse con ellos para pedirle mejores y más frecuencias, sobre todo en horario laborable.