Victoria Lafora

Victoria Lafora


El sí es sí de Juanma Moreno

23/04/2023

La ampliación de regadíos a costa de los acuíferos del Parque de Doñana lleva camino de convertirse en una pifia legislativa del tipo "sólo sí es sí", pero con Juanma Moreno al frente. Bien es verdad que el presidente andaluz ha sido más rápido, ante el chaparrón de críticas de organismos internacionales, en tender una mano al diálogo y aceptar una rectificación del proyecto de ley que aprobó en el parlamento andaluz con el apoyo de Vox.

Los nervios de la precampaña juegan estas malas pasadas de --por ganar los votos de los productores de fresas-- no medir el daño irreversible que se puede causar a un patrimonio mundial, ejemplo del gran humedal mediterráneo.

Es penoso, sin embargo, que haya tenido que amenazar la Comisión europea con millonarias sanciones, y poner el grito en el cielo la UNESCO, para que se reaccione y se acepte introducir cambios. De nada sirvió que los conservadores del parque, verdaderos expertos en la materia, dieran la voz de alarma sobre el uso y abuso de los acuíferos, esquilmados por los pozos ilegales que, con la propuesta de Moreno, se iban a legalizar para ampliar la zona de invernaderos.

Doñana agoniza por falta de agua y el cambio climático no va más que a empeorar la situación. No obstante, no se puede culpar sólo al actual mandatario andaluz de la catástrofe. Los científicos vienen, desde hace muchos años, advirtiendo del declive de las marismas y es evidente que muchas de las lagunas llevan años secándose. El PSOE, que gobernó Andalucía por décadas, no hizo caso de las alertas ni puso coto a los pozos ilegales. Tampoco el ministerio de Teresa Ribera ha tomado cartas en el asunto, aunque ahora se precipite a visitar los humedales secos, a sacar fotos desde el terreno, y a denunciar ante Bruselas.

"Entre todos la mataron...", pero no se puede decir que ella sola se murió, porque el golpe final, de seguir adelante el proyecto, se lo asestaría Juanma Moreno.

De momento, el consejero andaluz de Medio Ambiente se va a reunir con el Comisario del ramo en Bruselas para escuchar "sus alternativas". Como actitud está bien, siempre que no sea una maniobra dilatoria para sortear la campaña electoral sin conflictos, que es lo único que preocupa a los partidos políticos.

Ni siquiera el escarnio de Podemos, con el fracaso de su ley estrella y el teatral disgusto de Irene Montero ante la rectificación, imprescindible, de su ley de sólo sí es sí, ha servido de lección para que los proyectos legislativos tengan la solvencia precisa para no hacer más daño que bien. Legislar es un asunto muy serio y se debe escuchar siempre a los expertos en la materia antes de llevar las modificaciones a los parlamentos. Y si se yerra, por la obstinación en no rectificar, se abandona voluntariamente el cargo público pues se ha fracasado en la gestión. Debería ser de las primeras lecciones que se aprenden en política y, dada la resistencia a dejar el sillón, el sueldo y el coche oficial, debería ser regulado por ley.

Juanma Moreno debe evitar la imagen de una futura comparecencia parlamentaria vestido de lila penitente o feminista para defender que el no es el culpable de la desaparición de Doñana.