Hallan unos restos humanos que serían los de Sergio Sierra

DB / Burgos
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La Policía Nacional ha localizado unos restos que podrían corresponder al chófer de autobús urbano de 47 años desaparecido en Burgos desde el 3 de octubre de 2022. El cadáver se encontraba en un avanzado estado de descomposición en la zona de Juarros

La Policía Nacional de Burgos tuvo conocimiento el pasado 3 de octubre de 2022 de la desaparición de Sergio Sierra Rojo, un varón de 47 años, conductor de los autobuses urbanos de la ciudad, a raíz de la denuncia interpuesta por uno de sus familiares.

Desde ese mismo día, funcionarios adscritos a la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Burgos se hicieron cargo de dicha desaparición, al tratarse de una de las competencias atribuidas a dicha Unidad.

Después de organizar y coordinar múltiples dispositivos de búsqueda y batidas por diferentes zonas en los que participaron de manera activa, además de las diferentes unidades policiales de la Comisaría Provincial de Policía Nacional, se contó con la colaboración en esas labores de búsqueda de miembros de Policia Local, Bomberos de Burgos, Protección Civil, Cruz Roja y de la Unidad Canina de Salvamento (GREM) entre otros, además de allegados, amigos y familiares que se unieron en esos trabajos, que resultaron del todo infructuosas.

Hallan unos restos humanos que serían los de Sergio SierraHallan unos restos humanos que serían los de Sergio Sierra

Por parte de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Burgos se continuó con la investigación durante más de siete meses, practicando entrevistas a personas del entorno del desaparecido. Se analizaron sus equipos informáticos, así como sus terminales móviles, investigando de manera exhaustiva sus posicionamientos, así como las ubicaciones durante los meses anteriores a su desaparición, ya que cuando desapareció el mismo no portaba su teléfono móvil, el cual fue recuperado en un registro practicado en su domicilio. 

De igual manera se estudiaron los lugares que solía frecuentar, aficiones, costumbres y rutinas, todo ello con la finalidad que los propios investigadores "llegaran a pensar" como el propio desaparecido. Se trabajaba con la hipótesis que su localización iba a ser compleja porque esta persona había manifestado a su entorno más cercano que se iba a quitar la vida y que tenía pensado el lugar para que no le encontrasen nunca, lo que dificultó enormemente la labor policial.

Fruto de todas las diligencias practicadas, se logró focalizar la investigación en una amplia zona comprendida entre las localidades de Ibeas de Juarros, Arlanzón y San Millán de Juarros. Posteriormente se centró la búsqueda en una zona más acotada, en una especie de islote entre los cauces de dos ríos, un lugar inhóspito e intransitable, apartado de los caminos y senderos naturales de la zona, en definitiva, el lugar perfecto para que ninguna persona pudiera localizarle, de no ser por la labor policial.

A falta de confirmar fehacientemente la identidad de los restos humanos hallados con las pertinentes pruebas biológicas y genéticas que acrediten este extremo de manera irrefutable, ya que el mismo se encuentra en un avanzado estado de descomposición, todo parece indicar que se trata de los restos humanos correspondientes al desaparecido Sergio Sierra Rojo.