Amando al laúd y Paco a la guitarra consiguen que la heladora mañana de noviembre parezca otra cosa: han ahuyentado el frío mano a mano, haciendo más habitable si cabe ese lugar que es en sí mismo un cálido abrazo, ese templo mundial de la cultura que lleva un siglo generando magia y felicidad y que responde al nombre de El Patillas. Sin ti mi cama es ancha, se atreve a canturrear Amando con la sonrisa pícara y hospitalaria que define a este tabernero fetén, leyenda viva de Burgos. Por sus patillas pobladas, tan profundas y sabias, va escurriéndose el tiempo, y aunque lo sabe, anda estos días Amando especialmente emocionado y feliz. Acaban de comunicarle que en enero el Ayuntamiento le entregará el título de Buen Vecino de Burgos. Y el próximo viernes asistirá, laúd en mano, a un acto muy especial: la presentación en la Sala Polisón (20,30 horas) de un libro único: La verdadera historia del Patillas, crónica novelada sobre la saga de taberneros más universal que ha firmado uno de su parroquianos más asiduos. Paco Arana, guitarrista flamenco, poeta y ahora, también, prosista de postín, es el autor de un libro que pedía a gritos existir.

Son amigos. Se quieren y se admiran. Basta una mirada para que entre ellos se encienda la corriente, que es un chispazo cómplice. Tocan y cantan juntos. Y hablan.Hablan mucho. «Estoy contento porque Paco ha hecho un buen trabajo. Está reflejada muy bien la historia de mi familia. Y Paco ha hecho mucho por el Patillas. Es un buen muchacho. Lleva viniendo aquí desde chaval, siempre con su guitarra, le recuerdo siempre apañándose para hacerse con el toque flamenco». Tenía 15 años Paco Arana cuando se adentró por vez primera allí. «Es que yo aprendí a tocar aquí», apunta el autor del libro. «¡Aquí han aprendido a tocar muchos!», apostilla Amando acariciando el laúd mientras Paco afina la guitarra.

Han sido cientos las conversaciones entre uno y otro a lo largo de los años. Paco iba apuntando una cosa por aquí y otra por allí, hasta que se decidió a ponerlo todo por escrito. Aunque no conoció a Elías, el primero de la saga, sí tuvo una estrecha relación con Baldomero, el segundo Patillas. «Era un hombre muy cercano y entrañable. Amando es distinto, más cariñoso, romanticón y muy generoso. Pero muy generoso». Ese profundo conocimiento de ambos personajes, sus propias vivencias y las de terceras personas han sido capitales para que Paco Arana haya podido escribir el libro. «Hacerlo ha sido un reto y una aventura», reconoce.Son cientos los personajes vinculados a esta cantina solariega. El artista, que novela la vida de los tres Patillas, no podía pasar por alto a quienes, con su presencia en sus cien años de historia, han contribuido a engrandecer la leyenda de esta solariega cantina. «He nombrado a los que ya no están y he hecho referencia de todos los que estamos sin que nadie se sienta excluido». El libro está ilustrado de forma magistrales por Carlos Gómez, uno de esos genios que siempre huyen de los focos, y prologado por Félix J. Alonso Camarero. Se cierra con un epílogo de Antonio Murciano.

Para Paco Arana El Patillas ha sido y es una academia. «Mi amigo y poeta Paco Murciano lo explica mejor que yo. Lo llama ‘Ateneo Musical de Maravillas’. Maravillas de todo tipo, desde la gente esperpéntica que lo frecuenta a los verdaderos artistas que lo hacen; de los amoríos y desamoríos... Es un centro social y cultural. No tiene cafetera, no tiene televisión, no tiene tragaperras... Y tiene estos biombos que hacen maravillas.Es un lugar irrepetible», dice quien ha escrito su historia y ha vivido en El Patillas como nadie.

«Estoy encantado del éxito que va a tener Paco y yo con él. Seremos felices. ‘Haga frío o calor, ¡El Patillas es el mejor!», concluye Amando, reclamado en la barra por los fijos que a esta hora espantan el tedio del mediodía en torno a un vino. Les agasaja el tabernero con jamón, la sonrisa siempre en la boca y los ojillos achinados. Paco Arana y Amando Quintano presentarán el viernes el libro acompañados por Pilar Arana y Juan Manuel Moure, que se recitará unos versos con la mejor banda sonora posible: la que pondrán los protagonistas, uno con el laúd y el otro con la guitarra. No se lo pierdan. Es un mano a mano para la historia.