La coalición de la derecha, formada por Hermanos de Italia (FdI), Liga y Forza Italia (FI), se impuso en las elecciones generales con el 44,1% de los votos, mientras que FdI de Giorgia Meloni es el partido más votado del país con el 26,2%, por lo que será ella la encargada de formar el Gobierno, cuando se han escrutado casi la totalidad de las papeletas.
En el largo recuento que a las 8:00 horas continuaba desde que a las 23:00 horas se cerraron los colegios electorales, se certificó la bajada de la Liga de Matteo Salvini que en el Senado quedó en el 9%, un tremendo varapalo respecto al 17,3% de las últimas elecciones políticas y del 34% de las últimas elecciones europeas y que hoy su líder explicara en una comparecencia a los medios.
Mientras que Forza Italia se mantiene en el 8,3 %, por encima de lo que se había previsto.
También comparecerá hoy el secretario general del Partido Demócrata (PD), Enrico Letta, que según los resultados se detuvo en un 19,1% por debajo de la barrera psicológica del 20% que se habían establecido y resultado ligeramente superior al 18,7% obtenido en las políticas de 2018, que había sido el más bajo en la historia del partido, pero que podría no salvar la salida de Letta.
En la coalición de izquierdas que consiguió el 26,2%, prácticamente los votos de Meloni, la alianza Izquierda-Verdes con el 3,5% ha superado el umbral del 3% para tener una representación parlamentaria, mientras que + Europa podría quedarse justo por debajo de esta.
Uno de los mejores resultados fue para El Movimiento 5 Estrellas (M5S) que obtuvo el 15,3% de los votos, menos de la mitad de lo que se llevó en 2018 pero todavía varios puntos más de lo que estimaban las encuestas al inicio de la campaña electoral tras la ruptura con uno de sus hombres fuertes, el ministro de Exteriores, Luigi di Maio, que quedará fuera del Parlamento tras el fracaso de su nueva formación.
El llamado TercerPolo, formado por los centristas Acción, de Carlo Calenda e Italia Viva del exmandaratio Matteo Renzi quedaron en un 7,7% muy por debajo de lo esperado.
Hoy los partidos políticos tendrán que analizar sobre todo el que ha sido el mayor partido en estas elecciones: la abstención, ya que la afluencia fue del 63,91%, diez puntos porcentuales menos que en 2018, cuando ya había sido la peor en la historia republicana.
"Ha llegado una indicación clara de los italianos sobre estas elecciones políticas, un gobierno de centro-derecha liderado por los Hermanos de Italia", dijo Meloni, al comentar los primeros resultados alrededor de las dos y media de la madrugada.
La mayoría de la derecha debería estar entre 105 y 125 escaños en el Senado de los 206 escaños totales (200+ senadores vitalicios), más de una decena de escaños por debajo de los dos tercios que habría permitido cambiar la Constitución sin pasar por un referéndum y sin involucrar a otros partidos.
"Es una noche triste para el país", dijo la vicepresidenta del Partido Demócrata, Debora Serracchiani ante los medios al aceptar la victoria de la derecha y constantar: "somos la primera fuerza de oposición en el parlamento y tenemos que hacer una importante oposición".
Entre los partidos más pequeños, ni Italexit, ni la Unión Popular han superado el umbral del 3% que permitía la entrada en el parlamento.
La abstención ha marcado estas elecciones, ya que el país ha registrado la cifra más baja de participación desde que se implantó el sistema democrático. Han acudido a las urnas únicamente el 63,91 por ciento, mientras que en 2018 se alcanzó un 73 por ciento, nueve puntos porcentuales de diferencia.
Los representantes de ultraderecha de países europeos han celebrado el resultado, como el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki; el eurodiputado del partido de Marine Lepen Jordan Bardella; el asesor político del húngaro Viktor Orbán; el francés Eric Zemmour; la vicepresidenta del partido alemán AfD, Beatrix von Storch; o Santiago Abascal.