Verallia compra las plantas de reciclado de vidrio de Ecosan

L.M. / Burgos
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El fabricante francés de botellas de vino, con una factoría en Gamonal, adquiere los dos centros que el Grupo Santaolalla tenía en Burgos con 16 trabajadores

Las plantas burgalesas tenían a la propia Verallia como principal cliente. - Foto: Jesús J. Matías

De principal cliente a propietario. Verallia, productor mundial de envases de vidrio para bebidas y productos alimenticios ha llegado a un acuerdo con el Grupo Santaolalla para la compra de cinco de sus centros de tratamientos de residuos. Dos de ellos, bajo la marca de la empresa Ecosan, se encuentran en el polígono industrial de Villalonquéjar y dan trabajo a 16 personas.

La multinacional francesa, con una planta en el polígono de Burgos Este, era una de las que más empleaba las instalaciones de Ecosan para dar una segunda vida a los envases que elaboran. De este modo, y ante las buenas perspectivas, han decidido hacerse con el control de la compañía, que cuenta con otros dos centros similares, uno en Quer (Guadalajara) y otro en Torrelavega (Cantabria).

Del mismo modo, en la operación también se contempla el traspaso de la filial Ecolabora, basada en la logística de recolección de vidrio para su reciclaje. Por último, Verallia ha adquirido Vidrologic, un centro de tratamiento de vidrio plano ubicado en la localidad portuguesa de Anadia. Todas estas plantas, con 45 empleados, pertenecen al Grupo Santaolalla, cuya sede se encuentra en Burgos y que, a pesar de quedarse ahora sin actividad, la mantendrán. «Una de las cuestiones que más ha pesado a la hora de aceptar la oferta es el mantenimiento de los puestos de empleo y de la carga de trabajo», reconoce Fernando Santa Olalla, gerente.

Las inversiones que estos dos centros -y todos los que han entrado dentro de la transacción- se mantendrán inalterables, mientras que Verallia se ha comprometido a seguir inyectando dinero en los mismos. «Que tu principal cliente apueste por ti es un orgullo inmenso», reconoce al tiempo que confiesa que «emocionalmente no ha sido una decisión fácil, pero conlleva una serie de garantías que avalan su continuidad como hasta ahora», indica. La primera de las plantas, ubicadas en la calle López Bravo, se dedica al vidrio plano, procesando decenas de miles de toneladas todos los años. La otra, emplazada en la calle Condado de Treviño, se centra en el vidrio hueco (desde botellas hasta pequeños frascos), recibe cada 12 meses más de 100.000 toneladas (...).

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