Días atrás vino Ian Gibson, biógrafo de García Lorca, y dijo: «Burgos debería dedicar una placa a Martín Domínguez Berrueta, el profesor que trajo aquí a Lorca. Sin él, el poeta no sería lo que fue». Hace ahora diez años, quien suscribe estas líneas, estrechamente vinculada a Domínguez Berrueta por los lazos intelectuales de la tesis doctoral, formuló ante el Ayuntamiento solicitud de reconocimiento del profesor exponiendo debidamente sus méritos, y solo obtuvo silencio. Infatigable al desaliento, reiteró la petición meses después, y, una vez más, al cumplirse el centenario de la publicación del primer artículo de García Lorca en este diario, y la respuesta fue la misma: nada. Afeó la indiferencia municipal por dos veces en esta columna sin que nadie moviera una pestaña, y el tiempo corrió caudaloso, desbordándose, desbordándonos, hasta hoy, hasta ayer, que vino Gibson a sacarnos los colores, a decir que Burgos es una ciudad ingrata y olvidadiza. Pero el problema no es solo la ingratitud; es, además, y sobre todo, el desconocimiento, porque los responsables municipales no saben quién fue Martín Domínguez Berrueta, ni su relación con Burgos, y, lo que es peor, les importa un comino. Seguramente, ni se hayan preguntado a cuento de qué viene Gibson a decirnos que dediquemos una placa al profesor.
Desde este rincón del periódico llevamos años cuestionando a alcaldes y concejales de aquí y de allá, y algunos nos tienen la tirria que destilan los espíritus ramplones que no saben encajar la crítica, así que nada de lo que lleve nuestro santo y seña se tiene en cuenta. Y ahí está la petición de reconocimiento a Berrueta, muerta de asco desde hace una década en algún oscuro cajón municipal, pasando frío.
En la cultura, fuera de la izquierda, se pasa mucho más frío, dice Trapiello. Mucho más frío, aunque quien no contemporiza, quien va por libre, siempre pasa frío, mucho frío. Martín Domínguez Berrueta fue para Burgos más que el luminoso profesor de García Lorca y merece un reconocimiento público. No lo ha pedido solo quien suscribe; también Gibson. Quizás alguno de los candidatos a la alcaldía es sensible, toma nota y Burgos, la muy noble y muy más leal, salda su deuda.
mariajesusjabato@mariajesusjabato.com