El único restaurante y gasolinera de la A-73 coge ritmo

R.E. MAESTRO / Fuencaliente
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La obra de la estación de servicio asoma ya a la altura de Fuencaliente y podría estrenarse en un año, con un notable aumento de plantilla respecto al histórico hostal de la N-627, que apenas tiene ya movimiento

El propietario, Fernando del Olmo, muestra la estructura del restaurante y avanza que habrá una gran electrolinera. - Foto: Alberto Rodrigo

Las obras del nuevo restaurante y gasolinera que se ubicará en plena A-73, en Fuencaliente de Lucio, ya han empezado a coger forma tres años después de iniciar los trámites administrativos. El empresario Fernando del Olmo, que lleva tres décadas al frente de La Cañada en la N-627, reconoce que el negocio ha dejado de resultar rentable y que con la llegada de la autovía apenas se nota movimiento. Confía en estrenar la nueva estación de servicio a principios de 2025 y prevé con ello un gran aumento de plantilla.

Una de las cuestiones más novedosas que incluirá la nueva estación de servicio será una gran electrolinera, algo que resulta «muy complicado aún ver por las autovías» y que permitirá dar servicio tanto a coches como a camiones. Una estrategia que deja clara esa modernización y que se alza como una apuesta de futuro. Los movimientos de tierra comenzaron haca unos meses y ahora se puede ver completada la estructura del restaurante, que contará con unos 1.400 metros cuadrados. Falta por colocar la gran cristalera que la cubrirá y ejecutar todo el interior. Además del comedor y de la cafetería, se creará un servicio de comida rápida para aquellas personas que viajen con más prisa.

El nuevo negocio se ubicará a tan solo unos metros del actual, pero se enmarcará ya en la autovía, donde actualmente existe mucho más tránsito de vehículos. Eso sí, lamenta el tiempo que cuesta poner en marcha un proyecto de estas características hasta que se obtienen los permisos de todas las administraciones y considera que se deben poner más facilidades a aquellos que apuesten por invertir en el medio rural. «Ya tengo todo contratado y queda muy poco por hacer», dice Del Olmo. Pese al retraso que lleva la construcción de la A-73, el empresario -y también alcalde del Valle de Valdelucio- confía en que se avance en la vía que une Burgos con Aguilar de Campoo y que pronto tenga un mayor uso. 

Este se trata de un proyecto con visión de futuro, ya que se convertirá en la primera estación de servicio de la vía de alta capacidad que unirá Burgos y Aguilar de Campoo (Palencia). El también alcalde del Valle de Valdelucio se reunió hace unas semanas con el subdelegado del Gobierno para solicitarle que aceleren las obras de este trazado. Como publicó este periódico a principios de año, los trabajos entre Quitanaortuño y Montorio empezaban a coger buen ritmo. «A ver si lo ponen por fin en marcha, que esto parece que no arranca nunca», expresaba hace apenas un mes.

Del Olmo recuerda lo bien que funcionaba el negocio que inauguró hace más de 30 años en la N-627 y que se convirtió en todo un símbolo para todos aquellos que viajaban por esta zona. Ahora cuesta ver por allí movimiento, más allá de los propios vecinos de los pueblos del entorno y de trabajadores que se quedan allí a comer. «Esto no es nada con lo que llegó a ser», afirma. Tampoco han determinado todavía si lo dejarán abierto o lo cerrarán definitivamente cuando se inaugure la nueva instalación a los pies de la autovía. «Aún lo tenemos que pensar», asegura, ya que el histórico local tiene numerosas habitaciones y el nuevo no ofrecerá esa posibilidad de alojamiento.

Más empleo. La nueva estación de servicio se convertirá en un punto clave para quienes circulen por la A-73, pero también significará una fantástica fuente de empleo para los pueblos enmarcados en el Valle de Valdelucio. Actualmente cuentan con 8 trabajadores, pero en el nuevo establecimiento se van a necesitar unos 15. «A ver cómo lo conseguimos... es un problema; españoles resulta imposible conseguir, hemos hecho ofertas de empleo y nadie quiere trabajar en la hostelería», dice el empresario, que cree que tendrá que buscar gente de otros países para que lleguen al pueblo. A pesar de que ofrecen un salario más alto que la media del sector y vivienda completamente gratuita, lamenta que nadie quiera acudir a trabajar a esta zona de la provincia burgalesa.

Por otro lado, avanza que contará con la ayuda de su hijo desde que inauguren la gran estación de servicio. El joven se encuentra actualmente trabajando en Madrid, pero ya le ayuda a su padre con toda la gestión para vender lechazos online, su otro negocio, y con este nuevo proyecto se embarcará de lleno.