Aurora Lázaro

Plaza Mayor

Aurora Lázaro


Diluvio electoral

12/05/2023

No cae agua del cielo, con toda la falta que hace, pero estas últimas semanas, sin pedirlo, hemos sufrido un auténtico diluvio de promesas, una lluvia continua de medidas y actuaciones que, al parecer, van a borrar de un plumazo todas nuestras preocupaciones.

Ha sido una pre-pre-pre-campaña electoral (cada vez empieza antes) de aperitivo a la de verdad, que se inicia hoy.  Aunque más bien ha parecido un preámbulo de la campaña que se espera a finales de año para las elecciones generales. ¿Quedará algo por ofrecer? 

Si analizamos todo lo prometido o realizado hasta ahora, y salvo en algunos temas concretos que pueden afectar a las ciudades más grandes, ya me dirán qué tiene que ver esta inmensa y amplificada acción propagandística con el día a día de nuestros municipios. 

En el medio rural no se hace mucha campaña, la verdad. Los vehículos y carteles que llegan son de los partidos de siempre y el objetivo principal es bombardear unas siglas concretas para que las estadísticas postelectorales sobre presencia en el mapa sea la más favorable. 

La mayoría de los candidatos a las alcaldías rurales se presentan por un marcado sentido de vocación pública, de intentar resolver pequeños o grandes problemas locales, sin sueldo ni compensaciones. Salvar el día a día saliendo lo menos malparado posible después de cuatro años en la brecha. No hay tiempo ni ganas para campañas.

Los cacareados avales no van a solucionar el problema de la vivienda de los pueblos; los bonos gratuitos para viajar en tren… dan risa en esta provincia, donde el coche, (propio o compartido) es la principal alternativa para nuestra movilidad, tanto de ocio como laboral.  Y son solo dos ejemplos de necesidades que sangran el medio rural. 

En este país hay 8.131 municipios. Pero en estas elecciones, las suyas, no han sido ni serán los principales protagonistas.