Y luego mirar debajo de la cama

A.S.R
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Bambalúa estrena 'Inquietante', seis cuentos entre el XIX y el XX llevados por primera vez a escena, en Cultural Cordón. Suma una función el 5 de junio tras agotar las entradas para el día 4

Sito Matía (i.), Cristina Salces y Álex Britos interpretan hasta a 18 personajes en las seis piezas cortas que llevan a escena en esta nueva propuesta. - Foto: Alberto Rodrigo

La sombra que dibuja un sombrero de copa en medio de la penumbra es inquietante; la mirada aviesa de una señora con vestido de mangas abullonadas es inquietante; y el movimiento de un bastón de fina empuñadura en las manos de un caballero de elegante levita es inquietante. La estampa con la que reciben Sito Matía, Cristina Salces y Álex Britos en su local de ensayo de La Parrala envuelve al visitante en una atmósfera de tensión suspendida, de sonrisa torcida e intriga sobrecogedora. Una sensación buscada por los tres intérpretes de Bambalúa Teatro en su nueva producción, Inquietante, a estrenar en Cultural Cordón el 4 de junio. Agotadas las entradas para esta función, habrá una segunda el 5 de junio (19.30 h., 10 euros, recomendado a partir de 14 años). 

«Es una adaptación libre de seis relatos fantásticos y sobrenaturales escritos a caballo entre los siglos XIX y XX de los que nunca se ha hecho una propuesta escénica y que tienen como denominador común el suspense, el miedo y el sobresalto», se adelanta Britos, ya sin oropeles, a cualquier pregunta. 

Provocar un dulce desasosiego en el patio de butacas es el fin de este montaje que convierte en seis piezas cortas los relatos El puño y El ciego, de Emilia Pardo Bazán; Dónde está mi cabeza, de Benito Pérez Galdós; Judas, de Miguel Sawa; Beatriz, de Valle-Inclán; y Tinieblas, de Wenceslao Fernández Flórez, incluido a última hora, al que no se pudieron resistir porque ellos mismos se asustaron al ver que la situación de psicosis social que muestra es fiel reflejo de la actual. Poco más se puede adelantar de cada uno sin chafar el final. 

«Aunque son historias independientes, un punto en común, además de ese misterio y esa atmósfera de desasosiego, es que en el espectador crean duda, incitan a preguntarse esto qué es... ¿Esto es verdad? ¿Es una ensoñación? Lo descolocan», observa Salces y añade Matía: «En muchos, juega más lo que no se ve. Al final, la imaginación de cada uno es más potente que mostrar algo fríamente en el escenario». 

A generar esa «sensación hitchcockiana, de tensión, incertidumbre, de qué va a pasar...» contribuyen una acusada ausencia de luz cercana al tenebrismo y una austera escenografía que se levanta con cuatro bancos de madera siguiendo la filosofía de menos es más. El resto lo hacen tres intérpretes que encarnan hasta a 18 personajes y los textos, que descubren la cara más desconocida de autores consagrados en la historia de las letras españolas en un género totalmente olvidado como es el fantástico y de terror. 

Sobre esta literatura, poco pródiga en España, pese a que Britos leyó hasta 400 relatos para hacer la selección, enciende los focos Inquietante, que cuenta con una ayuda Crea de la Fundación Caja de Burgos. «Sí se publicaban en las gacetas literarias, pero era, sobre todo, una cosa popular. Por ejemplo, muchas de estas historias las escribían estos autores para ser contadas en Nochebuena», desvelan convencidos de que llevarlas al teatro pueden ser el mejor camino para sacarlas de la oscuridad.