Iñaki Elices

Iñaki Elices


Una alternativa al alcohol

12/11/2023

Una cosa es saber que hay menores que beben alcohol -no hay más que pasarse por el Castillo cualquier fin de semana y comprobarlo- y otra muy diferente es ponerle números. Las cifras del Plan de Prevención de Drogas y Conductas Adictivas que ha elaborado el Ayuntamiento son muy preocupantes. Que dos tercios de la población joven burgalesa -de menos de 18 años- confiese que su principal fuente de diversión un fin de semana son el calimocho o los cubatas dice muy poco de nuestros valores como sociedad. Es cierto que el vino y la cerveza son ingredientes casi obligatorios en cualquier celebración en este país y que su consumo es parte de nuestra cultura desde hace siglos. Pero hay que mantener a nuestros adolescentes alejados del alcohol. Entre otras cosas porque lo dice la ley. 

A esas edades, cuando su cerebro aún se está desarrollando, la ingesta de esta droga puede ser letal. Y, aun así, no es extraño contemplar la siguiente escena en cualquier fiesta familiar: la del padre o el tío ofreciendo el primer trago al chaval de 16 años que aún no se ha estrenado con su primera birra, un bautismo simbólico que lleva implícito un mensaje muy claro, que sus mayores consideran que ya tiene la edad suficiente para beber y que, a partir de ese momento, tiene vía libre para empinar el codo todo lo que quiera. Porque después vete tú a explicarle a ese chico o esa chica que hay que ser moderado y no pasarse. No se trata de una incitación directa a la bebida pero casi. 

Este factor social que empuja a muchos jóvenes a iniciarse temprano en el alcohol resulta incuestionable. Y son las familias las que deben poner coto a estas prácticas. Pero la Administración debe controlar el cumplimiento de ese precepto que prohíbe beber a los menores de 18 años. Para empezar, si partes de una ciudad se convierten en botellódromos hay que extremar la vigilancia para erradicar estas prácticas, no vale mirar para otro lado. Si los fines de semana hay que dedicar numerosos agentes al control de la venta de alcohol a menores en supermercados habrá que hacerlo. Por no hablar de la importancia de diseñar un buen programa municipal de entretenimiento juvenil verdaderamente imaginativo y ambicioso.

ARCHIVADO EN: Drogas, Plaza Mayor