En el parque de Bomberos de Burgos ven casi a diario cómo la población envejece. Cada vez más, una gran parte de su trabajo está destinado a atender llamadas de personas que sufren caídas en sus domicilios, especialmente mayores que viven solos. A veces, cuando consiguen acceder al interior, se encuentran que esa víctima ya ha fallecido. Este tipo de intervenciones no ha parado de crecer en la última década y en 2022 se batió el récord con un total de 345 actuaciones, casi una al día, según la información facilitada por este servicio municipal.
Ese progresivo repunte comenzó a notarse especialmente a partir de 2015. Según destaca el jefe del servicio de Bomberos, Miguel Ángel Extremo, fue entonces cuando Cruz Roja comenzó a derivar cada vez más asistencias de este tipo por la capacidad técnica del personal del parque. Así, se pasó de 79 intervenciones por este motivo, que ya supusieron un récord, a 105. «Esto no va a parar. Somos conscientes de que cada vez van a ser más las asistencias en domicilios. Nos encontramos con verdaderos dramas humanos. Personas que viven solas, que cualquier caída les impide volver a levantarse», señala.
Si nos atenemos a la frialdad de los datos, la tendencia que menciona Extremo es evidente. De las 2.201 intervenciones que realizaron el pasado año los Bomberos de la capital, 449 fueron rescates o asistencias a personas. Es decir, dos de cada diez. Pero es que la gran mayoría de éstas (las mencionadas 345 que sumaron 48 más que el ejercicio anterior) se producen en domicilios. Suelen ser enfermos o impedidos. Lamentablemente, en 13 ocasiones llegaron cuando la víctima ya había fallecido. Fueron tres más que el año anterior.
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