Solo Villímar, Fuentecillas y el Bulevar no envejecen

D. ALMENDRES / Burgos
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Las zonas de expansión del este y del oeste de la ciudad rompen la tendencia que afecta al resto de sectores, donde la población mayor de 65 años duplica a los menores de 19

Chavales en el acceso al campo de fútbol de Fuentecillas. - Foto: Alberto Rodrigo

El envejecimiento de la población es una realidad ya asumida por la sociedad que, con el paso del tiempo, tiene un impacto mayor tanto en el día a día como en las frías cifras. Burgos y su territorio sufren esta circunstancia de forma paulatina pero constante desde hace décadas y la edad media de la capital alcanza ya los 46 años, una tendencia al alza que afecta aún más a otras capitales del país como Gerona (49), Badajoz (49), Oviedo (48), Gijón, Palma o Palencia (los tres con 47 años de media).

Según los mismos datos ofrecidos por el Instituto Nacional de Estadística, la situación es menos grave en otros puntos como Melilla, con una edad media de 36 años, o Valencia, con 38. Sea como fuere, Burgos confirma la línea mostrada en los últimos años y solo dos distritos censales de la capital escapan de las denominadas zonas envejecidas, aquellas en las que su población de más de 65 es mayor que el número de jóvenes menores de 19 tomando como referencia la secuencia estadística por grupos quinquenales del INE.

Estos sectores del mapa (junto a parte del número 5) corresponden a las zonas de expansión situadas en los distritos 3 y 8, en el oeste de la ciudad. De un lado, está el núcleo formado por San Pedro de la Fuente, Fuentecillas y la Barriada San Juan Bautista, donde los menores de 19 años son el 22,8% de la población (3.641 habitantes) por el 20,7% de ciudadanos mayores de 65 años residentes en las calles situadas en ese perímetro censal (3.294 habitantes).

La sección del barrio de Fuentecillas  delimitada por la avenida Valentín Niño y la avenida de la Independencia que comprenden calles como Rosa Sensat, calle Murcia o calle Óscar Romero es una de las más jóvenes de Burgos. Por cada persona mayor de 65 años hay 7 habitantes menores de 19 años, un escenario que rompe con la realidad de la ciudad.

Los distritos censales 3 y 8 son limítrofes y acogen otra zona nueva o de expansión como es el Bulevar, desde la altura de José Luis Santamaría y paseo del Empecinado hasta la línea que une El Parral con el Barrio de El Pilar. El desarrollo de ese sector y de las urbanizaciones creadas al abrigo de la Universidad (calles Rodríguez Arango y Alicante) también destacan por la juventud de sus habitantes, con 1.680 personas jóvenes por las 1.059 mayores de 65.

Esta circunstancia contrasta con las cifras que ofrecen el resto de divisiones de la capital marcadas por el INE, como es el caso de los sectores que comprenden la zona sur, el 6 y el 7. Tanto en San Julián y El Crucero como en los puntos más clásicos, ya sean Barrio Gimeno, Santa Clara o San Agustín, la edad media es muy alta hasta duplicar la presencia de la población envejecida sobre los menores de 19 años.

En el centro, tantos los distritos 1 y 2 -los cuales comprenden el casco histórico y sus calles aledañas- la edad media es muy superior al empuje protagonizado por las nuevas generaciones. Estos distritos censales no solo han perdido la mitad de su población total en los últimos 40 años. Además, cada vez es más envejecida. Tomando como referencia el padrón del INE de 2023, solo 161 niños menores de 5 años viven en los puntos más céntricos de la ciudad por los 162 habitantes mayores de 90 años.

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