El número de ERTE se desploma desde 563 a solo seis en Aranda

L.N. / Aranda
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La cifra de trabajadores afectados también cae considerablemente respecto a hace dos años y pasa de 2.934 que había en 2020 a 81 en 2022. Los empresarios hablan de recuperación, pero con incertidumbre

Imagen del polígono industrial Allendeduero, que cuenta con la mayor superficie en Aranda de Duero. - Foto: Jesús J. Matías

La economía arandina remonta el vuelo tras el duro golpe que le asestó la crisis provocada por la pandemia de coronavirus. Desde aquel fatídico marzo de 2020 hasta la actualidad, el tejido productivo se ha ido recuperando progresivamente hasta esquivar casi por completo el número de expedientes de regulación temporal de empleo. Según los datos de la Oficina Territorial de Trabajo de la Junta de Castilla y León, la cifra total de ERTE en la capital ribereña se ha desplomado desde los 563 que se registraron en 2020 a sólo seis a lo largo de 2022. 

De esos seis expedientes durante el último ejercicio, cinco implicaron suspensión de empleo y uno reducción de jornada. Estos procedimientos afectaron a un total de 81 trabajadores en la capital ribereña. De ellos, 80 sufrieron una suspensión del trabajo y sólo uno se tradujo en una jornada menor. 

Estas cifras suponen un descenso de casi el 99% si se comparan con el número total de expedientes de regulación temporal de empleo que arrojó 2020. Ese año hubo 563 ERTE, de los cuales 519 implicaron una suspensión del trabajo y los 44 restantes, una reducción de jornada. En lo que respecta a los trabajadores afectados, la disminución también resulta más que notable, al rondar el 97%. Y es que de los 2.934 empleados que se vieron perjudicados por estos procedimientos en 2020 se ha pasado a 81 en 2022. Del total de 2.934, desde la Oficina Territorial de Trabajo precisan que 2.673 vieron suspendido su empleo y otros 261 tuvieron una reducción de jornada.

Ahora bien, cabe destacar que en 2021 ya se produjo una disminución considerable del número de ERTE, con 16 expedientes frente a los 563 de 2020. El número de trabajadores afectados cayó hasta 117, de los cuales 114 tuvieron que afrontar una suspensión de su empleo y los otros tres, una reducción de jornada. 

Otro indicador relevante de la recuperación económica lo marca la cifra de expedientes de regulación de empleo, los ERE. En 2020, sólo se registró uno en Aranda, que afectó a 14 empleados.  Después, ni en 2021 ni tampoco en 2022 ha habido ningún proceso de despidos colectivos, según los datos facilitados a este diario por la Junta. 

Desde la Asociación de Empresarios de Aranda y la Ribera del Duero, FAE Asemar, constatan la recuperación que experimenta el tejido productivo. Su presidenta, Cristina Martín, destaca que «ahora mismo la dinámica que siguen las empresas es normal y ni se piden ERTE ni se aplican, en su mayoría. El efecto crisis ha quedado atrás». Algo a lo que ha contribuido el hecho de que cada vez más firmas opten por exportar. En estas circunstancias, Martín subraya que «hay una recuperación pese a la guerra de Ucrania o la inflación». 

No obstante, la presidenta de Asemar advierte que el futuro se presenta con incertidumbre por  la ola de inquietud en el sector bancario en EEUU y Europa.  A ello se añade que el coste de numerosas materias primas sigue siendo muy elevado o el aumento de los salarios. En este sentido, Martín recuerda que desde FAE Burgos ya se apuntó que era «imposible» subir el sueldo un 10% en muchas empresas. En lo que a mano de obra respecta, Martín insiste en que siguen «los problemas para atraer talento», algo que se acentúa más en hostelería, sanidad y oficios puros.