Ha transcurrido casi una década desde que comenzaron las obras de transformación de las antiguas casas de los maestros en albergue de peregrinos, un proyecto que se vio interrumpido años atrás y que, finalmente, ha llegado a su fin. El inmueble -totalmente adaptado para recibir caminantes con problemas de movilidad- espera la firma de un convenio entre el Ayuntamiento briviescano y la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Briviesca - La Bureba, que se encargará de la gestión, para recibir a los primeros usuarios que lleguen en otoño a la ciudad por la Vía Bayona.
Esta semana la corporación municipal celebrará un pleno extraordinario en el que se «votará la adjudicación y habrá que esperar el periodo requerido de exposición pública del expediente y firmar el convenio para abrir las puertas oficialmente», explica el alcalde de la localidad, José Solas. Las actuaciones pendientes en el inmueble impidieron que estuviera operativo el verano pasado, tal y como se había propuesto el anterior equipo de gobierno. No obstante, las obras definitivas para acabar con el proyecto de rehabilitación del edificio finalizaron hace semanas aunque todavía no hay una fecha marcada para la inauguración.
Las actuaciones más importantes se ejecutaron con las demoliciones, la estructura de cubierta, los forjados, la tabiquería interior y las instalaciones de fontanería, calefacción y electricidad, y dejaron para el final acondicionar las fachadas, los remates, la construcción de la rampa de acceso, la colocación de una barandilla, amueblar la cocina e instalar los complementos del baño.
Hasta que las puertas del nuevo alojamiento no abran, los peregrinos continuaran pernoctando en el piso de la calle El Ferial. Si bien, uno de los beneficios del cambio de ubicación es que el número de plazas aumentará de 10 a 16 y que los usuarios estrenarán todo el mobiliario (obtenido en parte gracias a la financiación de la asociación American Peregrins), los servicios y la cocina.
Una pequeña recepción dará la bienvenida a los peregrinos en la planta baja, en la que también se encuentra un baño y una habitación de dos camas adaptada para personas con movilidad reducida, la cocina, un pequeño salón y un jardín. A través de una escalera interior se accede a la primera y última planta donde han acondicionado dos dependencias como dormitorios con terraza y dos baños completos.
A pesar de que la Vía Bayona queda eclipsada por el Camino Francés, cada vez son más los peregrinos que apuestan por conocer esta zona. Aquellos que decidan descansar en la capital burebana solo deberán contactar con la Asociación.