La fábrica de los neandertales

Agencias
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La localidad vizcaína de Barrika atesora un gran supermercado al aire libre de sílex, que permitía a este grupo suministrarse de roca de primera calidad para confeccionar herramientas

La fábrica de los neandertales - Foto: Museo de la Evolución Humana (Burgos).

El norte de la Península Ibérica y el sur geográfico de Francia ha sido y es un lugar privilegiado para conocer un poco más los hábitos y costumbres de dos especies fundamentales para la evolución humana: los neandertales y los Homo sapiens, que llegaron a coexistir en esta zona del continente cerca de 3.000 años hace aproximadamente 42.000 años.  

Precisamente, uno de los hallazgos más destacados encontrados este verano corresponde a la pequeña localidad vizcaína de Barrika, donde se localizó una auténtica fábrica de sílex para este grupo de humanos. 

Entre hace 40.000 años, período en el que se cree que desaparecieron, y 70.000, diversos grupos de neandertales se aprovisionaron de materia prima de forma recurrente en los afloramientos de sílex del norte de España. 

La calidad de este tipo de roca de gran dureza, que al fracturarse produce filos cortantes inmejorables para confeccionar herramientas de piedra, se convirtió en un verdadero reclamo para estos humanos primitivos, aunque también para los sapiens, que durante milenios siguieron acudiendo a este punto de la costa cantábrica para hacer acopio de esta roca desde lugares tan distantes como Cantabria, Asturias y el sur de Francia.

Los vestigios de toda aquella actividad han sido estudiados y analizados por arqueólogos de la Universidad del País Vasco en un yacimiento conocido como Zabaletxe, una prometedora cantera paleolítica que, en palabras del director de las excavaciones, Álvaro Arrizabalaga, llegó a ser un verdadero «supermercado al aire libre» de sílex, al que nuevos antepasados más remotos acudían de forma recurrente para abastecerse hasta hace tan solo unos 4.500 años.

Las visitas a Zabaletxe se convertían así en «excursiones» o «expediciones logísticas» que realizarían una o dos veces al año para surtirse de sílex. Mientras, el grupo se establecía en un campamento provisional donde, por otra parte, seguía con sus tareas habituales como la caza, tal vez la pesca, y la recolección.

Aunque es muy difícil encontrar restos de estas actividades en un yacimiento al aire libre como Zabaletxe, donde los restos orgánicos desaparecen rápidamente, Arrizabalaga aclara que en las dos campañas de excavaciones desarrolladas hasta el momento los expertos sí han localizado cientos de restos líticos producto de las tallas realizadas en este lugar, algunos de ellos puntas y herramientas que desecharon por algún tipo de problema o porque se les rompieron durante su proceso de fabricación.

«Se trata de una cultura bisagra entre el Paleolítico Medio y el Superior que, en opinión de muchos, está hecha por neandertales, pero que, a juicio de otros entre los que me encuentro, corresponde a los cromañones, es decir, a Homo sapiens», explica Arrizabalaga, quien no oculta que este hecho concede aún más interés, si cabe, al yacimiento vizcaíno.

Coexistencia pacífica

Gracias a este hallazgo de Zabaletxe y a otros localizados en el norte de España de estas características, los expertos certificaron que las dos especies coexistieron en el sur de Francia y la zona septentrional de la Península Ibérica durante milenios. En concreto, los neandertales convivieron con sapiens entre 1.400 y 2.900 años antes de desaparecer para siempre hace unos 40.000 años.

Así, distintos estudios evidencian que no hubo un reemplazo automático de neandertales por sapiens, sino que nuestros antepasados se cruzaron entre sí.

Los trabajos demuestran que ambas especies simpatizaron conforme a un fuerte patrón geográfico. Seguramente, los primeros humanos modernos ocuparon los límites más meridionales de la zona septentrional de España, para después ir subiendo más al norte, hasta que sustituyeron a los neandertales.

A pesar de esas certezas, hay poca evidencia de su coexistencia a nivel regional y es difícil establecer cuándo aparecieron y desaparecieron las dos especies por primera vez. Ha habido aproximaciones importantes, como las publicadas por la profesora Ana Belén Martín Arroyo, de la Universidad de Cantabria, que ha utilizado datos procedentes de Cova de L'Arbreda (Gerona), Labeko Koba (Guipúzcoa), La Huelga (Palencia) y Abric Romani (Barcelona) para establecer que los cambios en el clima y la disponibilidad de herbívoros jugaron un papel muy importante en la sustutución de neandertales por sapiens.

Solo el equipo formado por el profesor Igor Djakovic, de la Universidad de Leiden, en Países Bajos, se aventuró a asegurar que los humanos modernos aparecieron en la zona norte de España hace unos 42.500 años y concluyó que ambas especies interactuaron entre 1.400 y 2.900 años.