Es verdad que Burgos siempre figura en los puestos de honor en todas las clasificaciones sobre salarios medios y renta per capita, pero en este 2023 los trabajadores con 'nuevos' convenios colectivos están perdiendo poder adquisitivo respecto a otros territorios. El incremento global de los salarios logrado en el marco de la negociación colectiva en la provincia es sensiblemente inferior al que han conseguido otros territorios. Si el alza que ha alcanzado Burgos se sitúa en el 3,04% hasta el mes de agosto de este año, el incremento total pactado en el conjunto de Castilla y León asciende al 3,7%, y en España, al 3,38%, según los datos del Ministerio de Trabajo a los que ha tenido acceso este periódico.
En la Comunidad autónoma hay seis provincias en las que tanto los acuerdos de empresa como los sectoriales firmados hasta el octavo mes del año reflejan subidas de sueldos por encima de Burgos. Así, a la cabeza se sitúa Salamanca, con un aumento sorprendente, del 7,34%. Le siguen León y Soria, ambas con el 3,89%. Después figuran Palencia, con el 3,52%; Ávila, con el 3,38%, y Segovia, con el 3,07%. Valladolid está por detrás de Burgos con el 3,03% y, por último, se halla Zamora, con un exiguo 2,4%.
En el conjunto de España llama la atención el 'subidón' salarial que acumula el País Vasco en lo que va de año. Los convenios pactados hasta la fecha registran un alza global de casi el 5%, el 4,97% exactamente. Y Guipúzcoa sobresale de entre las tres provincias, con un incremento salarial del 6,46%. Casi nada. Sin embargo, es Murcia la Comunidad autónoma de España en la que sus trabajadores ganan más poder adquisitivo, pues las subidas acordadas alcanzan el 5,37%. En Aragón se queda en el 4,48%; en Islas Baleares, en el 4,45%, y en Navarra en el 4,20%.
Lo que queda. Ahora bien, en la provincia quedan por negociar convenios muy importantes y que afectan a muchos trabajadores, empezando por el del Metal, cuyas conversaciones se rompieron en el mes de julio y en este mes de septiembre no se van a reanudar, al menos por la vía pacífica, ya que los sindicatos van a presentar un Serla ante el alejamiento de posturas entre la parte sindical y la empresarial.
Hay que recordar que el principal escollo en la negociación se ha hallado en la cláusula de revisión salarial en función del IPC. En el último encuentro, los sindicatos llegaron a reducir algo sus pretensiones de subida salarial siempre y cuando se mantuviera, al menos en el último año de vigencia del convenio, la revalorización de nóminas en base al IPC. Llegaron a renunciar al resto de aspectos de la negociación. Sin embargo, desde Femebur rechazaron la propuesta e insistieron en la eliminación de esta herramienta, de las prestaciones que se reciben por una baja laboral y de otros aspectos laborales.
También está pendiente el de hostelería, que afecta a cerca 8.000 trabajadores en toda la provincia. En junio fueron las últimas reuniones. La patronal apuesta por un marco laboral a cuatro años vista (2023-2026) con unos incrementos salariales del 4% para el primero, del 3% para el segundo y tercero y del IPC para el último. El 10% de subida de la parte empresarial contrasta con el 18% que reclamaban los sindicatos, que no ven tan lejos las posturas.
Y el convenio de los trabajadores de tiendas de ropa y mueble -3.000 en la provincia- tampoco ha sido firmado. A pesar de que la subida salarial está ya casi decidida, las negociaciones encallaron en el complemento de la incapacidad temporal. Las conversaciones han de retomarse tras el verano.