Atapuerca

MARTÍN G. BARBADILLO
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"Atapuerca ha sido un bombazo para la ciudad; la ha puesto en el mapa a lo bestia. Es como si, de repente, te cae el museo del Louvre en medio de la plaza del pueblo. Aquí, lo teníamos, pero debajo de los pies"

Atapuerca

¿Qué es? Por lo que aquí concierne, es el conjunto de restos humanos prehistóricos (de al menos cinco especies) hallados en los yacimientos de la localidad del mismo nombre -y de Ibeas de Juarros-, al lado de Burgos.

Edad. Vamos a batir récords, porque algunos superan el millón de años.

Este es otro verdadero top burgalés. Todo lo relacionado con Atapuerca es, a la vez, lo más antiguo y lo más nuevo que ha sucedido en esta ciudad. Siempre ha estado ahí pero ha sido descubierto, investigado y divulgado hace un cuarto de hora. Y ha sido un bombazo para la ciudad; la ha puesto en el mapa a lo bestia. Es como si, de repente, te cae el museo del Louvre en medio de la plaza del pueblo. Aquí, lo teníamos, pero debajo de los pies.

¿Y cuándo se descubrió? Parece un chiste hablar de años en este caso, pero la cosa empezó en el siglo XIX. Las obras del ferrocarril minero dejaron al descubierto los primeros vestigios. En la segunda mitad del siglo XX comenzaron a ser estudiados, con Emiliano Aguirre al cargo. Al jubilarse, a principios de los noventa, tomaron el mando los tres codirectores actuales, Juan Luis Arsuaga, José María Bermúdez de Castro y Eudald Carbonell, que son como tres Indiana Jones (indumentaria incluida), pero que te los puedes cruzar por la calle.

¿Y qué pasó? La cosa empezó a hacer más ruido, crecieron los apoyos y llegaron los grandes descubrimientos. Los hallazgos alcanzaron repercusión mundial y modificaron las ideas sobre nuestro pasado.

Suena interesante. Es fascinante. Piensa, por ejemplo, que Darwin presentó su Teoría de la Evolución en 1859 y antes hablar de algo así era herejía. A estas alturas de la Historia, apenas estamos empezando a responder las preguntas que lanzaba Siniestro Total: ¿Quiénes somos? ¿De dónde venimos? ¿Adónde vamos? Y se está haciendo desde aquí. Resulta asombroso cómo con cada nuevo descubrimiento, un pequeño diente por ejemplo, se lanzan hipótesis como que se practicaba el canibalismo ritual. Después aparece otro y se reformula la teoría y se lanza otra hipótesis. Es la ciencia en vivo y en directo. Estos trabajos han sido reconocidos, por ejemplo, con el premio Príncipe de Asturias.

No todo el mundo siente inclinación por la ciencia. Ahí reside uno de los principales méritos de todo lo relacionado con Atapuerca: han hecho de la ciencia algo sexy. Sus responsables aparecen en medios de comunicación explicando apasionadamente el tema y haciéndolo más que apetecible. Les llaman para eso y para otras cosas; se han convertido casi en estrellas. Además, los yacimientos son una mina y parece que guardan sorpresas para rato.

Os habréis convertido en unos expertos paleontólogos... No lo dudes. Cualquier niño de 8 años de esta ciudad te puede dar una charla con fundamento de evolución humana, y luego se irá corriendo a subirse a la cráneo que hay frente al museo. Atapuerca ha calado profundo en Burgos, nunca mejor dicho.

¿Qué se puede ver de todo esto? Pues todo. Puedes oler la tierra donde habitaban nuestros ancestros en los propios yacimientos; tirar lanzas como ellos en un centro específico (CAREX) y, por supuesto, verlos en el Museo de la Evolución Humana, que cambió la cara por completo del centro de la ciudad. Es el museo más visitado de Castilla y León y, además de su contenido científico, el lugar es un dinamizador cultural de primer orden.

Sí que es como si te cae el Louvre. Es una forma de hablar, no nos volvamos locos, pero el impacto ha sido enorme. Lo más antiguo del mundo nos hace ahora modernos. Hay además algo de justicia poética en todo este asunto. Al fin y al cabo, los visitantes vienen a ver a gente anónima de hace cientos de miles de años; personas que se levantaban por la mañana como tú y como yo, hacían sus cosas y ni por un momento podrían pensar que alcanzarían una fama así, aunque fuese ultrapóstuma. Es, de alguna manera, el triunfo de la gente común.

¿Y qué aspecto tenían? Si quieres verlos, acércate a la Galería de los Homínidos, un espacio del MEH en el que habitan 10 esculturas de las distintas especies que marcan la evolución humana. Son asombrosamente reales. Merece la pena pararse frente a ellos y mirarles a los ojos. Son nosotros mismos. Además, la Galería de los Homínidos ha normalizado la publicación de imágenes de desnudos frontales masculinos. Este periódico lo ha hecho varias veces. Hoy, una más, como ves en la imagen. La modernidad por lo más antiguo, como te digo.

Ya veo.

¿Si quieres parecer integrado? Presume de linaje antiguo. La reina de Inglaterra a nuestro lado, una broma.

Nunca, nunca, nunca... Te compares, en nada, con los personajes de la Galería de los Homíndos; lo probable es que salgas perdiendo.