La cárcel seguirá con falta de personal pese a salir 30 plazas

F.L.D.
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El sindicato Acaip considera insuficientes las vacantes anunciadas por el Ministerio del Interior y recuerda que con funcionarios de prácticas no pueden trabajar con garantías

Última protesta de Acaip en la visita del ministro Grande-Marlaska en septiembre de 2022. - Foto: Jesús J. Matías

El Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó el pasado martes la convocatoria para la provisión de plazas vacantes de funcionarios de instituciones penitenciarias. En Burgos, son 30 los puestos que se sacan a concurso, de los cuales solo 16 son para trabajadores de interior, que son los que más déficit de personal tienen. Esa cobertura es, a juicio de los representantes sindicales, «irrisoria» y que ni siquiera mitiga las carencias de un cuerpo envejecido que cada año se 'desangra' de efectivos por las jubilaciones. 

Entre otros puestos, la convocatoria contempla la cobertura de siete plazas de vigilancia interior, tres de jefes de servicio, un jefe de oficinas o dos educadores. Se trata de un concurso de traslados por el que la Secretaría de Instituciones Penitenciarias, dependiente del Ministerio del Interior, pretende cubrir más de 1.000 vacantes en toda España. Sin embargo, a juicio de la Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias (Acaip), Burgos sigue sin salir beneficiado de este tipo de convocatorias. Y ya son muchos años.

Tal y como llevan tiempo denunciando, en la prisión burgalesa son necesarios cerca de medio centenar de funcionarios de interior para poder cumplir con la Relación de Puestos de Trabajo. «Que saquen solo 16 plazas no soluciona en absoluto el problema que tenemos en la cárcel. Estamos, una vez más, en desacuerdo con lo publicado por considerarlo insuficiente», recalcan desde el sindicato. 

Más allá de que los concursos anuales no mitiguen la escasez de personal en Burgos, el sindicato Acaip recuerda que la edad media de la plantilla es elevada. Es más, cada año se produce un goteo constante de jubilaciones que hacen que el problema persista. La solución aportada a lo largo de los últimos años es la de contratar personal en prácticas, estrategia que rechazan los trabajadores. «No pueden hacer el mismo empleo que nosotros. Están aprendiendo y no puedes pedirles que lo hagan. Todo esto va en detrimento del servicio», insisten.

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, prometió en su última visita a Burgos en el mes de septiembre que las plazas perdidas a lo largo de los últimos años «se van a recuperar», si bien matizó que «esta cárcel cuenta con menos presos (300) que plazas disponibles (500). Esto también influye a la hora de incrementar el personal en función de sus necesidades».  Los sindicatos rechazaron esta postura y recordaron que la estructura de la prisión no es igual que otras, ya que no está distribuida por módulos, por lo que hacen falta los mismos efectivos independientemente del número.