Las cuadrillas encaran San Juan con menos ingresos y adeptos

JUNIOR VIEIRA
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La incertidumbre o el miedo entre los integrantes más mayores aglutinan las razones del descenso de miembros. Algunas comparten gastos para poder sobrevivir económicamente

Los desfiles volverán a la calle de La Estación tras dos años de ausencia. - Foto: Truchuelo

A poco más de dos meses de celebrarse las fiestas de San Juan del Monte, la situación de muchas cuadrillas se entrevé  preocupante. Tras dos años de parón, y ante la incertidumbre, el número de miembros ha descendido en varias de ellas. Consecuentemente, también sus ingresos, lo que les ha llevado a cancelar actos o compartir gastos para sobrevivir económicamente. Los más mayores aún muestran su miedo ante eventos multitudinarios, mientras que diversas peñas expresan su preocupación ante «la falta de gente nueva». 

Muchas de ellas han optado por cambiar parte de su programación para contrarrestar estas dificultades. «Vamos a mover la comida del domingo al monte», explica Jesús Burgos, secretario de Los Inquietos. Su agrupación contará con alrededor de 60 integrantes, mientras que hace años alcanzaban los 200. La falta de jóvenes mirandeses entre su grupo focaliza la baja asistencia. «Nos quedamos personas de una cierta edad y eso te hace menos atractiva», lamenta. Aún así, y a pesar de estos contratiempos, han decidido bajar la cuota para conseguir atraer componentes. 

En este sentido, la formación se ve muy comprometida a la hora de contratar charangas. «A todo el mundo nos cobran igual. Alrededor de 200 euros por persona, más alojamiento y desplazamiento», puntualiza Burgos. El aumento del coste de la luz y la gasolina también influirá en ello. «Al final tienes que hacer un esfuerzo imaginativo para que la cuadrilla ofrezca lo que otras», añade. 

Para poder sobrellevar este escenario, diferentes cuadrillas como El Desmadre o La Amistad comparten desembolsos. En el caso de esta última, «se lleva arrastrando una disminución de miembros desde hace años», afirma Roberto Alonso, uno de sus integrantes. Hace varias ediciones, llegaban a ser alrededor de 80, mientras que ahora apenas alcanzan los 60. «Éramos auto suficientes y hacíamos nosotros las cosas, por lo que podíamos dedicar más dinero a la música», recuerda. Sin embargo, y debido «a cuestiones de salud o al parón», esto ha cambiado completamente. «Mucha gente dice que por el precio que paga a la peña, se puede ir un par de días a la playa», explica.

Víctor Ocio, presidente de la cuadrilla con la que comparte gastos, también ha notado una bajada en el número de socios, pero espera que durante estos meses «aumenten». Su reparto de costes viene de largo, ya que «antes de la pandemia teníamos problemas de miembros». Para Javier Torrecilla, de Los que faltaban, el escenario todavía está pendiente de resolver. «Ahora mismo somos unos 100 socios, no estamos tan mal como otras», aclara. 

Subvenciones. La situación económica de las cuadrillas depende en gran medida de las ayudas de su publicidad o de la Cofradía. Álvaro de Gracia, presidente de esta última, afirma que «aún está por determinar el importe», pero «está claro que habrá». Dentro de la convocatoria hay una parte fija y otra en proporción al número de miembros que cada agrupación aporte. 

Este reparto se cambió hace unos años y responde a que «antes el modelo era injusto al haber cuadrillas que soportaban más gastos al tener más carnés». Aún así, desde Los Inquietos transmiten que «significa perder el espíritu sanjuanero de apoyar unos a otros».