Las guarderías rurales marcan récord de niños por la gratuidad

R.E. MAESTRO
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El programa Crecemos, formado por 24 pueblos, pasó de 256 pequeños en 2021 hasta los 333 en 2022. El fin de la pandemia o que haya más jóvenes viviendo son algunas de las explicaciones de los alcaldes

En la guardería de Sotopalacios cuentan actualmente con 15 niños, el máximo que puede haber de forma simultánea. Ahora hay lista de espera, como aseguran las educadoras infantiles Lidia y Puri. - Foto: Patricia

Las guarderías del medio rural marcaron su máximo de niños durante el último año y entre los 24 municipios adheridos al programa Crecemos alcanzaron los 333 pequeños, lo que supone un incremento importante si se compara con que en el año 2015 había apuntados 261 y que en 2021 se quedaban en 256 . La Junta de Castilla y León ha dado un importante impulso a estos centros infantiles aumentando su financiación y haciéndolos cada vez más económicos, llegando a convertirlos en gratuitos desde este mismo curso. Todas esas medidas adoptadas han permitido que estos espacios resulten ahora más atractivos para las familias y se alcen como una fantástica opción para conciliar.

Uno de los municipios que más crecimiento ha experimentado este último año es Sotopalacios, lo que el alcalde, José María del Olmo, considera que se debe principalmente a que «hay más movimiento de gente joven que se está quedando a trabajar en la zona». Después de la pandemia han notado un repunte de vecinos que se han instalado por temas laborales y eso ha influido directamente en la guardería.

En 2015 había 16 niños y en 2021 bajó a los 13, pero el pasado año -desde enero a diciembre- se alcanzó el máximo al llegar hasta los 24. Los centros del programa Crecemos, destinados a aquellos que tienen entre 0 y 3 años, se encuentran limitados a 15 plazas, cifra que ahora ya tienen cubierta en esta localidad. De hecho, el interés por acudir hace que en este momento cuenten con lista de espera. «Estamos muy contentos por ello, significa que hay futuro para la zona», dice el alcalde.

Sotopalacios tiene un amplio espacio para poder dividir a los pequeños por edades, ya que tienen entre 0 y 3 años.Sotopalacios tiene un amplio espacio para poder dividir a los pequeños por edades, ya que tienen entre 0 y 3 años. - Foto: Patricia

Además de los propios vecinos de Sotopalacios, la guardería también viene bien a aquellos que residen en pueblos cercanos como Ubierna, Vivar del Cid o Quintanilla Vivar. «Siempre ha sido muy económico, pero la gratuidad se ha notado», expresa Roberto Cuadrado, técnico del Ayuntamiento. Empezaron en 2004 con solo un aula y en 2010 acometieron una ampliación para tener clases diferenciadas por edades. Cuentan con dos educadoras infantiles, Lidia y Puri, que reconocen que «hacía tiempo que no había este 'boom' de niños». Además, recalcan que el horario actual, desde las 7,30 a las 16,30 horas, permite conciliar y contar con un servicio de garantías.

Al igual que en Sotopalacios, desde Melgar de Fernamental también se cita como una de las principales razones para explicar este crecimiento de niños el hecho de que más familias se hayan quedado a residir en el medio rural. «Hay más gente joven y eso se nota en la guardería», asegura José Antonio del Olmo, alcalde de esta localidad de la comarca Odra-Pisuerga. Hace un par de años estrenaron un local más amplio, ya que preveían que el que tenían se iba a quedar pequeño. Con el tiempo se ha consolidado el servicio y si en 2015 había 11 niños, el pasado año ya estaban en 17 para ser uno de los municipios burgaleses con las cifras más altas. El alcalde cree que lo importante es seguir manteniendo en el futuro estos buenos datos.

Durante el 2022 se incorporaron al proyecto Quintanar de la Sierra (mancomunidad Sierra Alta de Pinares), Gumiel de Izán, Valle de Tobalina y Peñaranda de Duero (comenzó el 12 de septiembre). De los otros 20 municipios dentro de esta iniciativa, hasta 14 experimentaron un aumento de 2021 a 2022. Se trata de Buniel, Castrillo de la Vega, Castrillo del Val, Fresnillo de las Dueñas, Fuentespina, Huerta de Rey, Melgar de Fernamental, Merindad de Río Ubierna, Milagros, Oña, Pradoluengo, Sotillo de la Ribera, Valle de Valdebezana, Villalba de Duero y Villalbilla de Duero. En cambio, bajaron  Covarrubias, Modúbar de la Emparedada, Trespaderne, Valdorros y Villadiego.

«La valoración que hacemos es muy positiva, hemos notado que en estos dos últimos años ha habido una gran recuperación, ya que antes de la pandemia había pueblos a punto de desvincularse por no tener niños suficientes y han conseguido mantenerse», explica Inmaculada Sierra, diputada provincial. Un caso especial se encuentra en Peñaranda de Duero, donde tuvieron que renunciar a este programa, se apuntaron a Canguros, y ahora han vuelto al Crecemos al tener los niños suficientes.

La gratuidad de este proyecto educativo ha supuesto un paso importante para las familias, ya que ahora pueden ahorrarse unos 100 euros al mes con respecto al curso anterior. El hecho de que desde septiembre no haya que pagar nada tampoco se considera como una razón «determinante» por la que ha incrementado el número de niños, aunque sí se ve como un «incentivo» por los regidores. «Se trata de un servicio importante para las familias y la Junta ha hecho un esfuerzo importante para animar a las familias con la gratuidad, ya que supone un ahorro», explica Inmaculada Sierra.

Cada uno de los centros infantiles recibió una subvención de 23.610 euros durante el año 2022, que se encargan de financiar la Junta (en dos tercios) y la Diputación (en un tercio). La cifra total resulta superior a la de años anteriores puesto que se sumaron 5.096 euros por el tema de la gratuidad, una cantidad que aumentará puesto que el pasado año pasado dejaron de ser gratis desde septiembre y ahora ya incluirá todo el año.

Centros perdidos. El número de centros bajo el paraguas de Crecemos se ha mantenido en los 24 si se compara con el año 2015, pero durante este periodo de tiempo también algunos pueblos han tenido que cerrar sus espacios por falta de pequeños. Así les ha ocurrido a Santa María del Campo y Valle de Losa, que confían en reabrir cuando tengan un número suficiente. Mientras, en el caso del Alfoz de  Quintanadueñas se salió el pasado año debido la gran demanda que tenía, debido a que superaba con creces los 15 niños de forma simultánea que marca como tope este proyecto educativo.