La redacción de las ordenanzas fiscales todavía se esconde en los despachos del Ayuntamiento de Miranda. El equipo de gobierno debe coger una dirección sobre cómo evolucionarán las tasas e impuestos, pero en el debate sobre la Cuenta General, el líder de IU-Podemos, Guillermo Ubieto, dejó clara su postura. «El modelo fiscal hay que redefinirlo y ajustarlo, aplicando una progresividad». Junto a esto, añadió que «la generación de ingresos se tiene que producir», dada la situación económica del Consistorio, aunque también matizó que «los sectores con una mejor economía pueden contribuir en un mayor grado para mantener los servicios públicos».
Ubieto defendió que «los impuestos son necesarios para sostener el sistema público». No habló de ninguno en concreto, pero apostó por este modelo tras valorar la Cuenta General, un documento que refleja la salud financiera del Ayuntamiento, en este caso, en 2022. «Queremos ser críticos y autocríticos», proclamó Ubieto, que confesó que el texto «da datos preocupantes». En especial habló de los ingresos y cómo se distribuyen, porque los gastos ordinarios absorben con el paso del tiempo un mayor porcentaje de la recaudación.
«Cada vez hay más ingresos comprometidos y eso estrangula la posibilidad de hacer inversiones», expuso el 2º teniente de alcalde, que para mejorar la Hacienda local también aludió a la austeridad y «a la gestión directa de los servicios». Aun así, matizó que «tampoco hay que lanzar las campanas de alarma», porque opinó que las cifras «están dentro de lo comprensible y no hay problemas de impagos o de un endeudamiento inasumible».
Para dar luz verde a la Cuenta General, el PSOE fue el único grupo que se posicionó a favor, pero no mencionó la postura de su socio sobre la necesidad de incrementar la recaudación. En la votación, el resto de grupos se abstuvieron, incluido IU-Podemos. El portavoz del PP, Sergio Montoya, evidenció que «parece mentira que formen parte del mismo gobierno», aunque se trate de un documento de 2022, cuando el PSOE dirigía la ciudad en solitario.
La concejala de Hacienda, Matilde Fernández, tildó los resultados de «óptimos». El balance lo hizo en base a los 2,5 millones de euros de superávit o por la mejora «de la mayoría de los ratios», indicó. Además, puntualizó que en los 18,6 millones de euros de deuda municipal, hay 1,2 millones de los tributos del Estado de 2020, que el Gobierno central ya ha decidido que los devolverá.
El portavoz de Vox no intervino, así que Montoya fue la única voz de la oposición. En este papel pidió mejoras en materia de personal, evidenció el descenso poblacional que sufre Miranda o «el cuello de botella en los saldos de dudoso cobro», explicó el líder del PP, que elevó este concepto hasta los 13 millones de euros. También, reparó en que «nos preocupa», que los ingresos municipales entre el IBI y los tributos del Estado «superen el 51%, por lo que juntamos todo en un mismo sitio y eso no es bueno».
Miguel Ángel Adrián, como portavoz del PSOE, completó lo dicho por la concejala de Hacienda y recordó los 2,3 millones en subvenciones, la liquidación de más de 4 millones de euros de las obligaciones del Ayuntamiento o el pago a proveedores en 19 días.