La figura del Obispillo se suma a la Casa de los Gigantillos

DB / Burgos
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La incorporación de este personaje arraigado en la tradición burgalesa ha sido posible gracias a la aportación de la vestimenta, que ha sido realizada por María Ángeles Saiz

La figura del Obispillo se ha incorporado esta semana. - Foto: DB

La Casa de los Gigantillos tiene desde este lunes un nuevo atractivo más. El Ayuntamiento de Burgos ha incorporado a este pequeño museo, ubicado en los bajos del Teatro Principal, la figura del Obispillo, personaje arraigado en la tradición burgalesa. La llegada de esta figura ha sido posible gracias a la aportación de la vestimenta de la figura, que ha sido realizada por María Ángeles Saiz.

El Obispillo es una tradición que se remonta a la Edad Media, y consiste en la investidura de uno de los niños de la escolanía o coro de niños de la catedral como máxima autoridad, tomando hábitos episcopales y recorriendo las calles de la ciudad montado en una mula y repartiendo bendiciones. Es elegido el 6 de diciembre, fiesta de San Nicolás de Bari, y recorre las calles de la ciudad el Día de los Santos Inocentes.

En los archivos de la Catedral de Burgos hay documentación que ratifica que ya en el siglo XV existían los ‘Mozos de Coro’ .El periodista burgalés Juan Albarellos sitúa en 1454 la celebración de la fiesta del Obispillo.La Escolanía desaparece en 1965 y con ella el Obispillo.

En 1987 la Asociación de Danzas Mª Ángeles Sáiz comienza de nuevo a realizar la fiesta del Obispillo con los miembros de su entidad folclórica. En 1996, se vuelve a crear la Escolanía de la Catedral de Burgos tomando el nombre de Pueris Cantores y, tras su creación, vuelven a elegir a su Obispillo que convive durante varios años con el del grupo de danzas hasta que éste último deja de salir en favor de los niños del coro.