Miranda tiene un problema de aparcamiento en la zona centro. La ciudad no está exenta del mal que afecta a muchos núcleos urbanos y para remediar el déficit de estacionamientos, el pasado diciembre el Ayuntamiento inauguró el llamado parking disuasorio del barrio de Anduva. Meses después, vecinos, comerciantes y hosteleros no tienen dudas y remarcan que esta dotación no ha solucionado «en nada», los quebraderos de cabeza que implica aparcar en las principales calles. 

Para entender el problema, primero hay que mirar al párking ubicado junto al Pabellón del Ebro. En los bares de la zona reconocen que no han notado grandes diferencias desde que se habilitó el aparcamiento. «Los sábados sí que se llena», admiten tras la barra, ya que esa es la jornada en la que el mercadillo atrae a mucho público a esta parte de la ciudad. «Ese día por la mañana se peta», explica Alberto Páramo, un vecino de las viviendas de enfrente, que indica que la explanada donde ahora está el párking «es una zona que siempre se ha usado», porque anteriormente ya se aparcaba.

Páramo indica que en esa calle, donde se construyeron bloques de cierta altura, «hay muchas plazas en batería y los garajes de las casas son muy grandes». Aun así, la idea del párking disuasorio podía haber sido buena para gente de fuera o de otros barrios, pero aclara que en el día a día «aparca la gente de por aquí». En los bares, añaden que «los viernes puede haber algo más porque hacemos pinchopote y hay gente que viene en coche». El resto de la semana, «poco o nada». Para evidenciar que no perciben la llegada de vecinos de otras zonas sirve este fin de semana de ejemplo. En el párking está instalado un circo y «pese a todo, no tenemos problemas de aparcamiento», confiesa Páramo.

No todas las personas que estacionan residen en el final de la calle Río Ebro, porque este punto siempre se ha utilizado por residentes del inicio de calles como Condado de Treviño, Arenal o Ronda del Ferrocarril. Este es el caso de Raúl Medina, quien admite «que en todas esas zonas resulta muy complicado aparcar, por eso venimos a esta de aquí, que tiene más plazas», explica. Aun así, indica que «no he notado nada que se haya puesto este aparcamiento, porque la situación es la misma de siempre», puntualiza el joven.

Al margen de lo que dicen negocios, vecinos de Anduva y de zonas colindantes al párking, en el centro tampoco han notado una variación, desde el momento en el que el Ayuntamiento habilitó las 142 plazas del aparcamiento disuasorio. El comercio local otorga relevancia al hecho de que se pueda encontrar hueco para los vehículos con cierta comodidad, para atraer clientela. Por este motivo, la presidenta de Acecaa, Sonia Araico, lamenta en que «no ha cambiado nada» con la apertura del párking disuasorio. Además, la representante del colectivo destaca que el número de plazas va a menos, «por las reformas de las calles, la instalación de los cargadores eléctricos y además hay que sumar la zona azul, que es cara», manifiesta.

Para atajar el problema, pide valentía y pensar en soluciones «a largo plazo, porque el problema va a ir a más por el planteamiento de crear una ciudad para los peatones, pero también existen los coches». Por esto y dada la tendencia de las próximas obras en calles como Arenal o Ramón y Cajal, opina que «yo veo otras ciudades pequeñas que tienen un párking soterrado y se utiliza».

El la Plaza de Abastos -que está en pleno centro- su presidente, José María Zulueta, no contempla la creación de un aparcamiento bajo tierra, pero sí que destaca que por la fisionomía de la ciudad en superficie no hay sitio. «El tema del aparcamiento está mal, pero no hay muchas soluciones», comenta resignado, en un espacio en el que también comparte la presión de la sede de Correos. Desde que se abrió el aparcamiento frente al Pabellón del Ebro no ha notado diferencias. «Está igual», admite Zulueta, quien indica que «la gente se ha acostumbrado a aparcar donde pueda y lo más cerca posible».

Hosteleros. El presidente de los hosteleros, Pepe Rey, incide en que «tener un párking, como el que llaman disuasorio, está bien», pero «es una zona que ya se utilizaba para aparcar, por lo que no ha supuesto nada nuevo y no ha soluciona el problema», afirma. Por este motivo, opina que «habría que buscar otras zonas, como en Máquina de Vapor, que podría ayudar más al centro». 

Sobre los problemas existentes, Rey indica que «la gente se está desplazando más hacia el aparcamiento de la Comisaría, donde de dos años hacía aquí cada vez se llena más», destaca, al tiempo que valora positivamente la continuidad de la zona azul, porque «así hay rotación».  El contrato para el estacionamiento regulado se está renovando y por eso propone que «los establecimientos podríamos tener, sobre todo los comercios, la posibilidad de bonificar el aparcamiento a los clientes».

PSOE

«Estamos pensando en hacer otro estacionamiento en la zona Ebro Entrevías»

El Ayuntamiento de Miranda no oculta que los problemas para aparcar en algunos puntos de la cuidad existen. Aún así, el concejal de Seguridad Ciudadana, Pablo Gómez, defiende lo que se ha hecho hasta el momento, como la construcción del aparcamiento disuasorio, pero avanza que «estamos pensando en hacer otro estacionamiento en la zona Ebro Entrevías, pero estamos con la titularidad del suelo», afirma el responsable municipal, quien aclara que no se trata de la parcela en la que ya aparcan los vehículos en la parte próxima a la calle Máquina de Vapor, junto a las vías del tren.

Gómez recuerda que en la ciudad existen más de 17.600 vehículos censados y también hay que añadir los que puedan llegar todos los días de trabajadores que vengan de otros puntos o visitantes. Por eso, indica que el equipo de gobierno trabaja para mejorar y para demostrarlo recuerda que «al poner la batería invertida en zonas del PR-1 se dobló la capacidad de 40 a 80 plazas y con la eliminación de la parada de taxis de la calle Vitoria se han incrementado otras quince». Además, este año también se han recuperado 66 plazas que estaban ocupadas por las terrazas ubicadas en las zonas de aparcamiento.

Además de todo esto, muchas de las miradas para solucionar los problemas de estacionamiento en el centro están puestas en la reforma de las tarifas de la zona azul. Gómez recuerda que existen 941 plazas «y no nos planteamos sumar nuevas», aunque todavía habrá que esperar a fijar los nuevos precios a la baja, porque todavía no se ha terminado el  pliego para renovar el servicio. En cualquier caso, Gómez confirma que «la parte técnica ya está y solo faltaría hacer unas modificaciones  de cara al convenio de los trabajadores».

Más allá de todas las medidas, Gómez incide en que «las ciudades son para las personas y por lo tanto para el peatón». Por eso, dentro de las últimas reformas de calles céntricas se han eliminado plazas para ampliar las aceras o la peatonalización de la calle Fidel García, «porque esa es la línea que queremos seguir», apunta Gómez sobre las próximas reformas previstas para este año.

Además, valora los aparcamientos en los barrios próximos al centro «porque por la fisionomía de Miranda, se puede ir andando prácticamente a todos los sitios», afirma.

PP

«No sé si se conoce su existencia, porque falta señalización»

En el PP consideran que el aparcamiento disuasorio «es necesario, pero no sé si se conoce su existencia porque falta señalización», afirma su portavoz Jorge Castro, quien indica que «cuando vas a ciudades o pueblos, según entras te derivan y aquí no tengo esa sensación».  Al margen de todo esto, el elemento al que otorga importancia tiene que ver con la zona azul «y rebajar el coste del aparcamiento para facilitar el estacionamiento en estos puntos». Castro incide «en el efecto barrera», que se genera actualmente por el estacionamiento regulado, que desplaza a los vecinos a puntos gratuitos limítrofes «que siempre están llenos cuando la zona azul está vacía», explica. 

Además, en el PP inciden en que con las próximas obras «seguiremos eliminando plazas», por lo que cuestiona la necesidad de habilitar más espacios, como en Máquina de Vapor, «porque también hay que tener en cuenta que el parque de vehículos crece». 

Ciudadanos

Habilitar otro espacio en la calle Máquina de Vapor y abrir el de la plaza Prim

El portavoz de Ciudadanos, Sergio González, considera que la ciudad  mirandesa necesita «una planificación y un planteamiento moderno de movilidad». Su grupo reivindica la necesidad de habilitar más espacios, para vecinos y visitantes, y «proponemos un aparcamiento disuasorio en la parcela municipal de la calle Máquina de Vapor» afirma González. 

Además, también apunta a la posibilidad de abrir el parquin subterráneo en la plaza Prim, que promovió la extinta empresa municipal de la vivienda. Sobre esta dotación, «hay que poner las plazas que no haya vendido en Ayuntamiento en rotatorio», opina el portavoz de Ciudadanos.

Más allá del problema de los aparcamientos, González remarca que «en un ciudad de las dimensiones de Miranda», hay que tratar de concienciar a la población para «evitar el uso del coche para acciones cotidianas».

IU

Un análisis para conocer bien los problemas de «la movilidad urbana»

Izquierda Unida apuesta por «hacer un estudio de las necesidades de aparcamiento que hay en la ciudad, para analizar adecuadamente la movilidad urbana», aclara el portavoz Guillermo Ubieto. Entre los problemas que el representante enumera sin necesidad de ningún documento está el paso de «señalizar lo que tenemos, porque hay puntos que los vecinos no los conocen o no tienen en cuenta, sobre todo si hablamos de personas de fuera de Miranda».

Además, Ubieto lamenta que «el llamado parquin disuasorio tiene poco de disuasorio, puesto que no disuade de usar el coche y tiene poco uso durante semana». Para conseguir que se utilice para lo que se creó, habría que completarlo con otras facilidades para moverse al centro, por lo que critica que «solo se puso ese nombre para conseguir la subvención». Además,  Ubieto apunta a que en ese espacio podría «crearse una zona vede o un pabellón de usos múltiples».

Podemos

Ampliar aparcamientos en suelo municipal de la  avenida Europa

Podemos opina que en el parquin disuasorio, «por su ubicación, debería de haber una pista multideporte, que no hay en la ciudad y que no hubiese sido muy costosa», explica su portavoz, Cristina Ferraras. Para la concejala «en esa zona no hay problemas de aparcamiento y lo que hay no sirve para que la gente estacione su vehículo y acuda al centro», lamenta. Aún así, admite que hay que afrontar el problema del estacionamiento en la ciudad, por lo que propone que haya más espacios específicos para que los vecinos y los visitantes dejen sus vehículos. «En el centro no hay terrenos, pero en puntos periféricos en los que hay terrenos municipales como en la avenida de Europa, podrían aprovecharse para sumar nuevas plazas».

Al margen de todo esto, también recuerda que la zona azul «es una de las más caras de la zona norte», por lo que espera que haya  una próxima revisión de los precios.