El primer ministro británico, David Cameron, advirtió ayer de que tomará «todas las medidas que sean necesarias» conforme avance la estrategia liderada por EEUUcontra el Estado Islámico (EI).

Cameron compareció ante los medios sin admitir preguntas tras una reunión con su Gabinete de emergencia tras verificar la autenticidad del vídeo que detalla la ejecución del cooperante británico David Haines.

«El Estado Islámico es una organización de fanáticos que planea ataques por Europa y el Reino Unido», declaró. «No podemos ignorar esta amenaza. El problema va a empeorar. No podemos mirar a otro lado; hay que combatir y destruir al grupo yihadista de manera calmada y deliberada sin ceder en nuestra determinación, con nuestros aliados EEUU, Europa y regionales», añadió Cameron, antes de advertir de que se tomarán «las medidas que se consideren necesarias conforme avance la operación».

Además, reiteró su total apoyo a la estrategia integral anunciada por el presidente norteamericano, Barack Obama, que implica una múltiple colaboración con el Gobierno iraquí, el uso de efectivos militares para aportar datos de inteligencia que respalden la acción militar de EEUU, el envío de ayuda humanitaria y, sobre todo, el refuerzo de la seguridad nacional.

En este sentido, Cameron se hizo eco de su absoluta consternación ante la posibilidad de que un inglés sea el responsable de la ejecución de Haines, así como de los periodistas estadounidenses James Foley y Steven Sotloff.

«Nuestro pueblo no se puede creer que un ciudadano británico haya cometido este crimen», señaló el político, quien achacó lo sucedido a la «radicalización» de la que son objeto muchos jóvenes.

«El islam es una religión de paz», aseveró Cameron, quien calificó a Haines, trabajador humanitario, secuestrado en Siria en 2013, de «héroe nacional» asesinado de la forma «más ruin y brutal imaginable». «Su decencia le ha costado la vida», apuntó, «a manos de una organización de fanáticos». «No son musulmanes», zanjó el primer ministro, «son monstruos».

"Cruel y cobarde». Por su parte, el Gobierno español transmitió su condena «en los términos más enérgicos» del «cruel y cobarde asesinato» del cooperante. «España expresa sus condolencias más sinceras a los familiares de la víctima, a las autoridades británicas, así como a todas las víctimas del terrorismo en Irak y Siria, y reitera su compromiso con el restablecimiento de la paz y el respeto de los derechos humanos en la región», rezaba la nota del Ministerio de Asuntos Exteriores.

A estas palabras se sumó el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que remitió sus «profundas condolencias» por el «brutal y cobarde» asesinato de Haines. Además, condenó «en los términos más enérgicos» un suceso que «repugna a la dignidad humana». «Tanto el Ejecutivo como todos los españoles nos unimos al Reino Unido y a sus ciudadanos en estos momentos de terrible dolor provocados por la barbarie terrorista que ha alcanzado nuevas cotas de inhumanidad y maldad», expresó en un telegrama.

Además, recordó que «España estará en todo momento al lado de los países amigos y aliados en la permanente lucha contra el terrorismo» y apuntó que el Reino Unido «puede contar con la total cooperación de España para poner fin a esta lacra intolerable y para que los responsables de esta vileza respondan ante la justicia».

Asimismo, deseó que la reunión convocada por el presidente francés, François Hollande, que se celebra hoy en París y a la que asistirá el Ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, «sirva para aunar esfuerzos del conjunto de la comunidad internacional en favor de la paz».