Falta de demanda e incertidumbre ralentizan las industrias

L.M.
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La actividad en los polígonos subió, pero fueron pocas las empresas que volvieron al tajo. En la construcción se trabajó respetando, en la medida de lo posible, las distancias

Mascarillas y distancia de seguridad, dos de las máximas que se repitieron ayer en la construcción burgalesa. - Foto: Luis López Araico

La industria y la construcción, dos de los pilares de la economía local, tienen desde ayer permiso para reanudar su producción tras la flexibilización del estado de alarma decretada por el Gobierno, que había paralizado su actividad durante dos semanas. Sin embargo, y aunque las calles y los polígonos sí registraron un mayor ir y venir de coches, furgonetas y camiones, la gran mayoría de grandes compañías y multinacionales no arrancaron o salieron de sus servicios mínimos a la espera de cómo se va a comportar el mercado y la economía.

"La industria burgalesa se basa en buena parte en la automoción, que está parada. Todo va a ir muy despacio", explica Juan Ignacio Ruiz, de CCOO. Entre las firmas más importantes radicadas en Burgos, y salvando las que no se han detenido, apenas Nicolás Correa, Benteler, Dapsa, Sinterpack, ASTI, GAP, VEKA o Clarios Iberia P&D (antigua Johnson Controls) iniciaron ayer sus líneas de producción, a la par que mantuvieron el teletrabajo. En la mayoría de ellas se implantó un sistema de turnos, con entradas y salidas escalonadas para evitar concentraciones de personal favoreciendo así el distanciamiento social en todo el proceso.

"Desinfectamos tres veces al día la planta", aseguran desde Nicolás Correa, que planificaron la situación desde antes de que todo estallara gracias a la experiencia con sus fábricas en China, origen de la pandemia del Covid-19.

En la factoría de Dapsa, de Grupo Antolín, se reinició la actividad, aunque en una dimensión pequeña a la espera de la decisión de los clientes del grupo y de las medidas que adopte el Gobierno. "Se está trabajando en un protocolo de prevención en los centros implementando las medidas de seguridad necesarias con el propósito de proteger la salud de los empleados", apuntan desde la multinacional. Además, no se activaron todas las líneas de producción, sino que, como en el caso de Clarios, fue solo uno el que arrancó, a las 23 horas, a la espera de que poco a poco se vayan poniendo en marcha el resto.

En Benteler, por su parte, entró a trabajar el 20% de la plantilla para cumplir con pedidos pendientes con China. "A nosotros nos va a costar un poco más arrancar ya que estamos mentalizados de que abril va a ser muy bajo. Quien más quien menos se ha organizado para trabajar lo imprescindible", indica Andrés Hernando, presidente de la patronal de empresas del metal Femebur, que recuerda que el parón no es solo cuestión española, ya que asegura la situación es muy parecida en Francia, Italia, Estados Unidos, Reino Unido o Canadá. "Estamos un poco al ralentí a la espera de que mayo pueda ir mejor", apunta Hernando.

Entre las pequeñas y medianas empresas, las conocidas como pymes, también hubo buena parte de ellas que el trabajo se circunscribió a los servicios mínimos, con el personal imprescindible, ya que en muchos casos no contaban con las preceptivas medidas y elementos de seguridad que sí gozaron las compañías de mayor dimensión. "Tienen más problemas a la hora de comprar o acceder a equipos de protección individual, mascarillas o guantes", lamenta Emiliana Molero, secretaria general de FAE, que critica la "improvisación" del Gobierno y urge a que facilite su adquisición a todos los trabajadores.

El Ayuntamiento repartió ayer 18.000 en el transporte público y en las estaciones de tren y autobús, pero solo para los trayectos que no podían realizarse en otro medio, no para que los empleados pudieran ejercer en sus puestos.
El resto, al ralentí. El resto de grandes multinacionales y empresas punteras se tomaron el Lunes Santo como festivo, a la espera de abrir durante los próximos días. En Bridgestone la actividad ha vuelto hoy, aunque en mínimos, mientras que en Gonvarri también lo harán este martes al ser fiesta ayer en el País Vasco, donde tienen numerosos proveedores y clientes.

En Kronospan comenzaron ayer algunos mantenimientos que necesitan de la paralización de las fábricas -unos 10 trabajadores en cada fabrica, a parte de los servicios mínimos de seguridad- y la semana que viene tienen intención de ir arrancado las fábricas "poco a poco".

Primero será la situada en Salas de los Infantes, sobre el día 20, para cubrir algún pedido de exportación y el proceso de melaminizado de Burgos. La de Castañares se retrasará, seguramente, a finales de la semana que viene. "El parón ha supuesto que paren todos nuestros clientes nacionales ,y por tanto nos ha dejado sin pedido., eso ha sido el principal problema. Ahora hay que ver cómo arranca el mercado en general , pero hasta que no se abran las tiendas la demanda no crecerá, y después ya veremos. Disponemos de stock suficiente para suministrar a nuestros clientes nacionales sin inconvenientes", apuntan fuentes de la compañía.

Ferroli es otra de las empresas que, según confirman desde la dirección, esperarán al día 18 viene para retomar su actividad tras quince días con servicios de logística mínimos. Las plantas de Lear continúan también con un rendimiento bajo, así como la de Edscha. En Lear tampoco hubo nuevos trabajadores.

La construcción fue el otro sector que ayer pudo arrancar tras dos semanas de parón. En la mayoría de promociones inmobiliarias de la ciudad, desde la Cellophane hasta las inmediaciones de Villímar, se pudo comprobar cómo los albañiles, encofradores o capataces trabajaron con cierta normalidad. "Todos con su mascarilla, manteniendo la distancia siempre que ha sido posible", apunta Gonzalo López Recio, presidente de la asociación de Promotores Inmobiliarios de Burgos.

En los vestuarios, donde solían agolparse varios empleados a la vez, se ha obligado a entrar de uno en uno, mientras que otros directamente llegaron desde casa ya cambiados. Además, profesiones como carpinteros o chapistas ‘disfrutaron’ más que nunca de lo ‘solitario’ de sus oficios.