La caída del número de pedidos ha llevado a Michelin a parar durante la mayoría de los fines de semana del verano en su fábrica de Aranda de Duero. A los domingos que se podían activar en el calendario y que se están dejando en blanco se suman algunos cierres a mayores de sábados. Esta situación, según detallan en Comisiones Obreras, se prolongará hasta septiembre. Será entonces cuando la multinacional de neumáticos analice de nuevo el panorama y decida qué pasos dar. 

«Está habiendo una tendencia a cerrar porque no necesitamos tantos días de trabajo, son producciones muy bajas», detalla Octavio Álvaro, secretario general de la sección sindical de CCOO en Michelin España. A corto plazo, estas circunstancias se traducen en un verano «más cómodo para la plantilla», ya que pueden disfrutar más de la época estival que en años anteriores. Ahora bien, Álvaro advierte de que «esto a la larga no se puede mantener». De hecho, en caso de prolongarse «sería un problema» porque estas paradas previstas para los sábados y domingos, días en los que la plantilla trabaja habitualmente a lo largo de todo el año, llegan en un ejercicio con un calendario laboral ya de por sí bajo. 

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