El tiempo de consultas médicas perdidas en el HUBU por incomparecencia del paciente apenas varía de un año para otro, ya que el 2022 cerró con otras 38.230 citas inutilizadas y, por tanto, acumuladas de nuevo en la lista de espera. La mejora con respecto al 2021 es de poco más de 1.120 visitas (un 3%, ya que entonces se perdieron 39.350), a pesar de que el año pasado se optó por habilitar un recordatorio por SMS en Cirugía Plástica, Dermatología, Aparato Digestivo, Ginecología, Hematología, Neumología, Otorrinolaringología, Rehabilitación y Urología.

Un sistema que, sin embargo, no funciona con regularidad ni con todos los pacientes y que, por ahora, tampoco se ha extendido a otros servicios. Según información oficial, el complejo asistencial de Burgos pasó 477.880 consultas el año pasado, por lo que volvieron a desaprovecharse el 8% del total.

El hecho de que casi 40.000 personas olvidaran el año pasado que tenían una cita con un especialista en el HUBU, o que no se acordaran de cancelarla a tiempo si sabían que no iban a poder ir, no conlleva únicamente un engrose innecesario de una lista de espera más que abultada (41.700 citas acumuladas a finales de diciembre del 2022 y 43.047 este verano), sino que acarrea también desaprovechamiento de los recursos públicos. 

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