Después de superar las restricciones de la pandemia, los hosteleros viven ahora otro momento de preocupación con la llegada de al menos una veintena de expedientes de «restauración de la legalidad» de la Concejalía de Sanidad y Medio Ambiente. En ellos se les insta a quitar los equipos musicales de sus establecimientos, por la existencia de «focos sonoros no amparados por la licencia ambiental otorgada», y por tanto superar los decibelios que se les permite en la normativa. De lo contrario, son los técnicos municipales y la Policía Local los que procederán a su precinto.
Los locales afectados tienen licencia de bar convencional, por lo que «no pueden tener música», según fuentes municipales, aunque, en otros casos, se trata de bares especiales a los que sí que se les permite pero que exceden de igual forma el límite establecido de ruido. Los avisos comenzaron a llegar a los afectados a finales del año pasado debido a las «quejas vecinales» que se estaban recibiendo y en algunos ya se han retirado los equipos, de tal forma que, según el sector, «solo se puede contar una televisión a bajo volumen», tal y como explica el presidente de la Federación de Hostelería, Fernando de la Varga, entidad a la que llegaron las primeras protestas del sector.
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