Las fiestas patronales en honor a la Virgen de Altamira transcurrieron con una normalidad casi plena.Sin embargo, un suceso tuvo lugar durante la última jornada y puso una gran nota negativa en lo que al ámbito de la seguridad ciudadana se refiere. Una mujer presentó una denuncia en la Comisaría de Miranda de Ebro después de, presuntamente, haber sufrido una agresión sexual. Los agentes de la Policía Nacional activaron el protocolo pertinente para intervenir en este tipo de situaciones y, poco después, detuvieron al varón. Tras ello, el sujeto pasó a disposición judicial, sin embargo, ha terminado quedando en libertad provisional.

El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Miranda acordó dejar en la calle al presunto autor de estos hechos mientras se llega a la fecha del juicio, que aún no se ha determinado. No obstante, le impuso una orden de alejamiento respecto de la víctima, así como, la prohibición de comunicarse a través de cualquier tipo de medio con ella. Por ahora, el proceso sigue su curso y el individuo está siendo investigado por un presunto delito de agresión sexual.

El resto de la celebración en honor a la Virgen de Altamira del presente año, 2023, apenas dejó incidentes. Ahora bien, lo cierto es que en alguna edición anterior el municipio del norte de Burgos ya había registrado hechos tan graves como el último. Sin ir más lejos, durante las fiestas patronales del curso pasado, la Policía Nacional tuvo que intervenir ante otra agresión sexual. Pese a que ya han pasado más de doce meses desde aquel suceso, el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Miranda todavía trabaja en él. En la actualidad, la fase de instrucción aún se está desarrollando y faltan por completar algunas diligencias en la investigación. Por su parte, el varón que fue detenido como presunto autor continúa en prisión provisional.

Y es que, pese a que el supuesto delito cometido en septiembre de 2022 resulta similar al que ha ocurrido este año, realmente guarda bastantes diferencias. En primer lugar, la víctima de la agresión sexual en aquella ocasión era una adolescente menor de edad. Por otro lado, el presunto delincuente, que tiene 25 años y todavía permanece en la cárcel a la espera de juicio, no solo se enfrenta a la posible pena por el delito principal, sino que sobre él también recae un expediente de expulsión de España porque cuando ocurrieron los hechos permanecía en el país de forma irregular.

Poco después de que se produjera aquel suceso en las fiestas del curso pasado, la Policía Nacional emitió un comunicado en el que explicaba que a las 4 de la madrugada del domingo una joven avisó de que había sido víctima de una agresión sexual y, al llegar, los agentes vieron a la adolescente con signos de nerviosismo.Esta les explicó que el presunto autor la había llevado al frontón de Anduva, tras conocerse en un concierto de la calle Cantabria, y allí la arrebató el teléfono antes de forzarla a tener relaciones sexuales. Los miembros delCuerpo terminaron logrando una descripción detallada del sujeto y, así, pudieron detenerle.