El equipo de gobierno del Ayuntamiento briviescano ha apostado fuerte por mejorar la accesibilidad de la ciudad, y a escasas semanas de que las obras de peatonalización de las calles Santa María Bajera y Justo Cantón Salazar finalicen, al igual que las de rehabilitación y construcción de rebajes, ha presentado un proyecto (que integra tres actuaciones diferenciadas) con el que se compromete a dar un lavado de imagen integral al paseo de La Taconera. Se trata de uno de los espacios más transitados de la ciudad en el que se ubican los puestos del mercadillo los primeros sábados de cada mes. Asimismo, la transformación del entorno propuesta contempla su adaptación para ganar unas 45 plazas de aparcamiento en espiga.
A lo largo de la alameda se aprecian barreras arquitectónicas varias, como rebajes muy inclinados imposibles de utilizar por una persona con movilidad reducida, pasos de cebra con bordillos o baldosas levantadas. Además, los sumideros se han hundido con el paso de tiempo y requieren una sustitución urgente. «Consideramos que el espacio requiere una intervención importante para que los vecinos y turistas puedan disfrutar con mayor seguridad y comodidad en él», manifiesta el alcalde, Álvaro Morales. Consciente también de que el municipio ha perdido zonas de estacionamiento, «este es un buen lugar junto al casco histórico para aparcar los vehículos», añade.
Por otro lado, en el paseo se ubica el mercado no sedentario una vez al mes, al que acuden cientos de personas de la localidad y de la comarca para adquirir productos textiles, menaje de hogar o productos de alimentación. «Nuestra idea es acondicionar el área con el fin de potenciar las compras en estos mercados y así evitar que algunos clientes se desplacen a Burgos u otras ciudades, a la vez de frenar los sobrecostes económicos y ambientales derivados de los viajes», expone el regidor.
Para hacer frente a la inversión, que asciende con otras dos intervenciones referentes al comercio a 2.324.537 euros, el Consistorio ha presentado el proyecto a la convocatoria de ayudas para el apoyo a mercados, zonas urbanas comerciales, comercio no sedentario y canales cortos de comercialización, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno de España.
A su vez, y en el caso de que el Estado conceda al municipio la ayuda, esta irá destinada a apoyar la implementación, modernización y fomento de la actividad comercial, mejorando la competitividad, sostenibilidad y diversificación de la economía rural. «En nuestro caso pretendemos impulsar la campaña Briviesca Km 0, que consiste en una aplicación de interacción entre compradores y comercio cuya principal objetivo es la fidelización del cliente», expone Morales. La emisión de una tarjeta permite a los consumidores acumular el 2% de sus compras, que pueden canjear en cualquier momento. La subvención también acapara la mejora de la eficiencia energética de los locales al facilitar el cambio a led toda la iluminación.