El futuro de la Casa Salamanca toma rumbo y deja de rodearse del misterio que la ha envuelto durante los últimos años gracias a una ayuda concedida por el Ministerio de Cultura y Deporte de 2,6 millones de euros, con la que el Ayuntamiento briviescano afrontará las actuaciones pendientes para finalizar la rehabilitación del inmueble.
Han transcurrido 23 años desde que el equipo de gobierno de entonces, liderado por José María Martínez, comprara por algo menos de 3.000 euros (456.769 pesetas) el edificio de principios del siglo XX con vestigios del original, levantado en el mismo emplazamiento en el siglo XVII, y más de ocho años desde que se dieran por finalizada la tercera fase de las actuaciones. Desde entonces, la inversión para continuar con los trabajos ha sido nula. Hasta ahora, porque además de recibir la subvención estatal, el bipartito ha destinado una partida presupuestaria de 1.313.500 euros de un capítulo de inversiones que se ha duplicado respecto a anteriores anualidades y que asciende a 2.210.500 euros.
Con este «impulso económico afrontaremos la obra al completo», declara con satisfacción el alcalde de la ciudad, Álvaro Morales, que adelanta que aunque todavía no dispone de las cifras exactas, el presupuesto final del proyecto se «incrementará por el aumento de los precios de los materiales». No obstante, confía en que se podrá acometer el montante «perfectamente porque disponemos de 3 millones de remanente de tesorería, que si es necesario, los emplearemos», declara a este periódico.
Respecto a las obras, el regidor ignora el momento exacto en el que comenzarán, pero intentará que sea «cuanto antes», ya que la entrega del proyecto modificado se ha realizado. «Desconozco si se deberá aprobar en Pleno, pero intentaremos licitarlo rápido», expone. Las previsiones indican que la duración de los trabajos se «alargarán unos 30 meses, pero nosotros queremos reducir el plazo a 24» añade.
En un principio, el arquitecto que redactó el antiguo proyecto preveía la construcción de un teatro de 2.115 metros cuadrados de superficie total con un aforo para 464 personas que se repartiría entre platea, anfiteatro, palco y preferente, y un acceso principal en la calle Santa María Encimera. En el interior se planificó construir camerinos, ambigú, guardarropa, salas de ensayos y despachos. El trabajo de construcción y consolidación de la estructura se ejecutó con una inversión de casi 3 millones. Sin embargo, los cambios realizados contemplan ampliar el número de localidades planteadas hasta las 500 con el fin de que el municipio se adhiera a la Red Española de Teatros, Auditorios, Circuitos y Festivales de titularidad pública, y ofrecer a los espectadores representaciones importantes subvencionadas.
El ascensor existente llegará finalmente hasta la última planta, los baños se ubicarán en cada una de ellas, tal y como ordena la actual normativa, y se subsanarán los problemas en el sistema de calefacción al quedarse obsoleto, entre otros trabajos contemplados.
Programación. A pesar de que para la inauguración del teatro «quedan años», el equipo de Morales ya trabaja en buscar y preparar una programación cultural para todos los fines de semana y públicos, como representaciones teatrales, conciertos o cine.