Más partos a los cuarenta y tantos que a los veintipocos

ANGÉLICA GONZÁLEZ
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El ginecólogo Modesto Rey explica que la edad alta por sí sola no supone un factor de riesgo a la hora de afrontar un embarazo pero sí influye en la disminución de la fertilidad

La maternidad se retrasa cada vez más debido a factores sociológicos y laborales. - Foto: Valdivielso

Aquella expresión que ahora resulta tan rara o, como mínimo, extemporánea, de ser una 'madre añosa' que se le endosaba a una mujer que se había embarazado pasados los 35 años de edad, y que se utilizaba no solo a nivel coloquial sino también en entornos científicos, ya no se usa. «En aquel entonces los 35 era el límite que se establecía para indicar o proponer la amniocentesis, el cribado prenatal para detectar patologías cromosómicas. Sabíamos que la edad tenía un impacto  y se buscó ese punto de corte para realizar esas pruebas, que eran invasivas», explica el jefe del servicio de Ginecología y Obstetricia del HUBU, Modesto Rey, que ha sido testigo, como otros ginecólogos de su generación, de qué manera se han ido incrementado los años a los que las mujeres burgalesas tienen su primer parto, y que advierte de que la edad, por sí sola, no supone un problema en una gestación sino que es uno más de los factores que se tienen en cuenta a la hora de acompañar a cada mujer en su embarazo de forma individual.

Aunque esto es así -«una mujer de 22 años con lupus tendría una gestación de riesgo y otra de 40, sana y sin antecedentes, no», indica el experto- también es cierto que cuantos más años se tengan más probabilidades hay de que aparezcan condiciones que pueden dar problemas. Las más importantes, la hipertensión, la diabetes y la obesidad, que mal controladas pueden provocar dificultades tanto a la madre como a la criatura, por lo que son controladas muy estrechamente.

Estas circunstancias suelen ser  más conocidas por las mujeres que el hecho de que la tasa de fertilidad disminuye mucho con la edad: «Conforme se cumplen años se van perdiendo posibilidades de obtener un embarazo espontáneo. Nuestra especie no se pensó para embarazarse con cuarenta años sino en la década de los 20 y esta es la razón de que cada vez haya más consultas sobre reproducción asistida. Las mujeres deben saber, sin ninguna otra consideración moral, que retrasar la edad de la maternidad disminuye la fertilidad y que la tasa de fertilidad de nuestra especie, incluso en las mejores épocas reproductivas de una mujer, no es alta, no llega al 35%».

EL DESEO DE SER MADRES. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), fueron los 36 años la edad del mayor número de madres que parieron en 2020. Diez años antes, en 2010, fueron los 34; en el 2000, los 32, y en 1990, los 27 años.  Se trata de cifras referidas a toda la provincia de Burgos que incluyen los partos no solo del HUBU sino de los hospitales de Aranda y Miranda. En 2021, y solo en el Hospital Universitario, el grueso de los nacimientos se produjeron entre los 31 y los 40 años, y como curiosidad aunque no deja de ser sintomático, hubo más mujeres que parieron entre los 41 y 45 años (un total de 93) que las que tenían entre 21 y 25 (90), que era la edad habitual en la que se traían hijos al mundo en las décadas de los 60 y 70, que fueron las que produjeron la generación del baby boom.

«En el último lustro se ha producido una caída demoledora de la natalidad. En el año 2021 fue aún más baja que en el 2020 en nuestro hospital: nacieron 1.444 niños frente a 1.502, y aunque aún no tengo datos de este año, con la percepción sobre los partos que ha habido no parece que se recuperen las cifras», añade Rey, quien afirma que las mujeres «no han perdido su deseo de ser madres, lo que ocurre es que las condiciones sociolaborales actuales no lo facilitan en absoluto porque a la edad en la que podrían plantearse un embarazo suelen estar en pleno desarrollo profesional, les puede parecer que pierden oportunidades y este país tiene mucho menos apoyo a la maternidad que otros de nuestro entorno».

Preguntado cuándo aconsejaría a una mujer buscar un embarazo desde el punto de vista estrictamente científico, responde que en la veintena: «Ahora la mujer desarrolla en la sociedad el papel que le corresponde tanto a nivel personal como profesional, algo que era necesario y que el feminismo y las mujeres con su lucha han conseguido. Pero también saben que sus posibilidades se van a reducir si se embaraza varias veces, por eso el equilibrio entre maternidad y desarrollo profesional y personal se ha decantado de este lado».